Hay cosas de las que creo que se hablan poco. Mucha operación bikini, mucha recetita de tortitas de avena pero poquito se tiene en cuenta la ardua tarea de depilarte el culo. Eso sí debería ser considerado deporte de alto impacto, quema calorías como pocos y suficiente para convalidarte la carrera de profesora de Yoga.

Creo que hacerlo es el ejemplo práctico del dicho “para presumir, hay que sufrir” porque desde luego qué manera de retorcerse y de estirarse. Puedes hacerlo con la pierna para arriba, con el culo en pompa, tumbada, en cuclillas, de todas las formas que se te ocurran pero todas desafían los límites del cuerpo humano. 

Primero, te tienen que llegar las manos a las nalgas y aguantar el equilibrio para que no se te escapen y se líe un buen desastre en tu culamen. Según cuál sea la postura, tendrás también que aguantar la respiración porque literalmente sientes que a la que entre un poco de aire a tu cuerpo, se te deshace la postura. Ah, sin olvidar que tus tetas siguen por supuesto en su sitio así que toca apartarlas para los lados o aplastarlas contra el suelo. No me digas tú a mí el frenesí.

Cuando tengas la postura lista, toca atinar para depilarte con una sola mano. Cada vez que lo hago, vivo con el miedo de cortarme de lo lindo así que no sé vosotras pero yo pongo en marcha todas las estrategias aprendidas en Anatomía de Grey para tener la precisión de una cirujana. No quisiera yo aparecer por urgencias con semejante carnicería en el pompis y tener que explicarle de mis peripecias yogi  al doctor que me atienda.

Otra cosa importante es conseguir ver si la misión está completa. Imagínate tú la estampa, buscando la postura con el culo abierto cerca del espejo, piernas arriba y cabeza modo tortuga para atinar a verte en el espejo. De verdad, menudo cuadro.

Tengo que decirte que, después de muchos intentos, mi postura favorita es sin duda la que he bautizado como la Aerobic Style: digna de cualquier clase de Aerobic con mallot y cinta en la cabeza, esta postura consiste en una pata para arriba, trabajando bien de isquiotibiales, la otra pegadita al suelo y el culo bien abierto. Además esta es más sencilla para verte en el espejo, aunque te advierto que la estampa también es digna de admirar.

Una cosa está clara: No importa que todavía no lo declaren como tal, tú y yo sabemos que depilarse el culo se considera deporte. Podría estar perfectamente incluido en cualquiera de los planes de Patry Jordan como entrenamiento hiit, aunque nunca vayan a reconocerlo.

 

Redacción WLS