Esta tarde nos encontrábamos con el siguiente tweet de @ladeluci:

Acompañado por un hilo de capturas de pantalla (con los nombres de los usuarios pertinentemente difuminados, grasias Ingrid) de las lindezas que se encontró en los comentarios al artículo en Facebook, podéis ver algunas a continuación, no tienen desperdicio:

Nos parece increíble que la gente siga juzgando de esta manera los cuerpos de la gente sin plantearse en ningún momento cual es la situación vital de la persona que recibe esas mofas o cómo pueden llegar a afectarle. Podemos llegar a entender que haya personas que se preocupen de una pérdida de peso de su ídolo (y más teniendo en cuenta que Celine Dion ha pasado por unos momentos terribles tras la muerte de su marido y de su hermano hace relativamente poco tiempo), pero el insulto gratuito no viene a cuento. Que si parece un esqueleto, que si le hace falta un cocido, que si jijijaja a veces dobla al Rey de la Noche en Juego de Tronos… Lo peor es que estos trolls se creen súper graciosos y son incapaces de meterse la lengua en el culo antes de soltar barrabasadas sobre corporalidades ajenas porque les puede el like o vete tú a saber qué… pero esto es body shaming de manual y no nos vamos a cansar de denunciar este tipo de cosas porque estamos hartas.

Después de leer este hilo buscamos rápidamente el artículo en google (podéis leerlo aquí) para ver a cuento de qué y porque somos personas que nos gusta documentarnos un poquito sobre lo que escribimos. Pues bien, parece que los comentarios no se limitan a un hilo de comentarios en Facebook de un medio español y es que resulta que hay muchas personas escandalizadas por el físico de la cantante. Lo mejor es que ella se lo pasa bastante por el papo y ha dicho lo siguiente en unas declaraciones al medio británico The Sun:

«No quiero hablar de ello. No te molestes, no saques una foto. Si te gusta, estaré allí… si no, déjame en paz»

Los medios llevan años especulando sobre un posible trastorno de la alimentación de la cantante. No seremos nosotras las que hagamos un diagnóstico sobre este tema, pero nos parece terriblemente tóxico someter a esta presión a una persona que realmente creen que puede estar sufriendo una enfermedad tan grave. Pero claro, lo que vende es el morbo… es agotador.