Hoy, P.A, nos habla de su relación, una relación tóxica de la que se siente incapaz de salir y nos pregunta cómo dejar a un maltratador:

Hola. ¿Qué tal?

La verdad es que me siento un poco perdida. Llevo con mi novio más o menos un año (un año y 6 meses). Al principio, estaba bien enamorada, pero él distante, siempre prefería jugar con sus amigos y pasar tiempo con ellos. Era muy tóxico, no me dejaba salir con mis amigas y así.

Siendo mi primera relación seria y como no tengo experiencia, lo dejé pasar hasta que, después de que se separó un amigo de su novia, empecé a apoyarlo emocionalmente y de alguna u otra manera nos acercamos emocionalmente más. Él y mi novio igual son amigos. Después de un tiempo, mi novio – al que llamaremos Juan (nombre ficticio) por mi comodidad-, se dio cuenta que algo pasaba. Aprovechó cuando descuidé un rato mi celular con la pantalla desbloqueada (hasta entonces no nos sabíamos contraseñas de nada), y vio la conversación. En ese punto de la relación (habíamos cumplido los 6 meses) ya sentía que me iba desenamorando porque me había dado cuenta de las cosas que tenía que comprender antes. La idea es que me obligó a distanciarme de nuestro amigo en común. Tenía una esperanza de que la relación iba a ir para mejor así que lo hice. Pero no.

Fue por un tiempo la tipología de novio que yo quería (cariñoso, que me preste atención y que pase tiempo igual conmigo no solo cuando tiene ganas de sexo) y volvió a ser el de antes. Para enero de este año me di cuenta que ya no hay vuelta atrás y que me desenamoré completamente. Intenté decírselo pero empezó a llorar suplicándome que me quede y diciéndome que va a cambiar.

Tengo algunos problemas con la autoestima y al ver que alguien llora simplemente no aguanto. Soy igual demasiado sensible así que dije que va, que está bien, que no me voy. Desde entonces intenté decírselo algunas veces más pero ni modo, no sé ya qué hacer, me siento desesperada.

Por allá en marzo me acerqué más a un grupo de amigos de la infancia y yo y uno de los chicos de allá empezamos a acercarnos más, me dijo que le gustaba y ¿para qué mentir? A mí igual empezaba a gustarme. No les dije nada sobre mi novio, ni nos presumimos como antes, ni él me presume ni yo a él, hasta me da vergüenza que sepan que él es mi novio. Hasta que no sé quien le dijo qué onda entre yo y este chico. De nuevo me empezó a llorar y decirme distánciate de él y así, hasta hizo que el grupo me ignore completamente. Desde entonces me controla las redes sociales, etc. Esta cuenta es de una amiga que me la prestó.

No sé, siento que si nos separamos nadie más me va a querer, e igual él tiene bastantes problemas de autoestima. La verdad es que no sé, no me veo en el futuro con él. Ahora me mudé a otra ciudad donde encontré trabajo, con las clases en línea me es fácil quedarme aquí durante un buen tiempo, hasta que volvimos a presenciales (estoy en la universidad) o tal vez para siempre por si eso del cóvid sigue afectando.

Pero igual me sigue controlando las redes sociales. Intenté cambiarme contraseñas de todo y empezaba a llamarme como desesperado después de hacerlo para que se las pase. Siempre apagaba el celular, pero yo soy bastante apegada al celular y por más que intento distraerme en la computadora viendo cualquier cosa no puedo dejar el celular apagado mucho tiempo porque siento que pasará algo(alguna urgencia) y yo ni enterada. Siempre vuelvo a mi ciudad natal los fines de semana para pasarlos con él.

El asunto es que aquí sin él me siento más feliz, y siento como una obligación el hecho de hablarle y eso. No sabe dónde vivo porque nunca vino. ¿Cómo me podría separar? Perdón por la incoherencia pero ahora mismo se fue por pan y no tuve tanto tiempo para escribir y poner mis pensamientos en orden. Hoy de nuevo intenté separarme pero imposible.


P.A. siento ser yo la que te lo diga, pero estás en una relación de maltrato emocional.

El maltrato emocional tiene un ciclo que se repite una y otra vez hasta que tú te quedas con la idea de que hagas lo que hagas, nada va a cambiar.

Por desgracia no necesito muchos más datos de los que das para identificarla, puesto que estás resumiendo el ciclo del maltrato.

Te lo voy a resumir mucho, pero quiero que hagas el ejercicio de tratar de identificarte en él.

  1. Calma: Es el periodo en el que parece que todo está bien o, cuanto menos, te deja en paz.
  2. Tensión: Poco a poco, se va acumulando la tensión. Vuelves a ser una fresca que habla con cualquiera, así que ejerce un control sobre ti, como puede ser que tenga acceso a tus cuentas y redes sociales.
  3. Explosión: De repente un día saltan chispas. Haces algo, dices algo o, por el contrario, no haces ni dices nada, y eso a él le hace explotar; la bronca está asegurada.
  4. Luna de miel: Entonces, arrepentido, vuelve para decirte que jamás lo volverá a hacer y convertirse en ese hombre perfecto que te trata como te mereces. Cuando bajas las defensas, el ciclo comienza de nuevo.

El problema es que cada vez, la fase de luna de miel es mucho más corta y acabas haciendo cosas para que no se de la explosión. En el fondo, con que todo esté en calma es suficiente. Tras un tiempo siquiera necesitas que te trate bien, con que no te monte peleas, es decir, con que te deje en paz es suficiente. Y para eso tú dejas de hacer cosas, como verte con un amigo. Todo para que él, que se ha acabado convirtiendo en el dueño de tus emociones, de tu vida y de tus redes sociales, te deje en paz.

Lo ha conseguido, querida, estás tan hecha polvo que crees que no eres digna de amor. Ni de tu amor ni del de alguien más.

Otra característica de los maltratadores emocionales es que cuando tú das el paso de dejarlos, se arrastran, lloran y suplican que nunca les dejes. Algunos incluso te dirán que podrían llegar a cometer alguna locura y, por supuesto, la culpable de ello serías tú.

Por supuesto, tratarán de aislarte de tus amigos e incluso, si pudieran, de tu familia, no vaya a ser que alguien te haga darte cuenta de que te tiene atrapada en una mala relación.

Creo que todo lo que nos has contado, como ves, corresponde a una relación de maltrato emocional. Además, nos dices que sientes que no tienes autoestima, y es casi seguro que así es, porque si tuvieras una autoestima sana te darías cuenta de que no, que tú no te mereces alguien que te controle y te haga qué tienes que hacer, vivir e incluso con quién relacionarte. Sabes que no es normal y que te sientes tan mierda, que incluso crees que nadie más te va a querer y por eso -y por otras cosas, está claro- te mantienes a su lado.

Para dejar a un maltratador hay que hacerlo radicalmente y muy segura de que tu decisión, pase lo que pase, es inamovible.

La buena noticia es que tienes una oportunidad de oro para cortar por lo sano. Te has ido de vuestra ciudad y él siquiera sabe dónde vives. Cambia todas las claves de todas tus redes, cambia de número de teléfono y mantén la regla de contacto cero; cero llamadas, cero mensajes, cero visitas en redes. Cero. Que deje de existir para ti.

Y ojo, que va a ser muy pero que muy duro, porque va a tratar de arrastrarse para arrastrarte de nuevo con él. Y, cuando no lo consiga, es posible que arremeta contra ti de todas las maneras que se le ocurran, incluyendo amenazas. Si llega a ese punto DENUNCIA. Ni lo dudes. Pero tienes que tener claro que si le dejas, no puedes volver con él bajo ningún concepto. Cada intento fallido por tu parte de irte es el alimento del maltratador, que lo hace más fuerte y poderoso y a ti, más débil y asustada.

Busca ayuda. Estoy segura de que habrá alguna asociación de mujeres que te puedan echar una mano. Habla con tus amigos, tus compañeros más allegados en la universidad y tus familiares. Apóyate en la gente que te quiere y te puede proteger y cuéntales tu plan de dejarle, pero sé taxativa con ellos también. Si se pone en contacto con ellos, que no le den ningún tipo de información sobre ti; él ha muerto para ti y tú has muerto para él.

Y, por último, acude a terapia. Ve a terapia para superar todo lo que estás viviendo, pero también para poder hacerte fuerte ante este tipo de personas que se alimentan de nuestros miedos, inseguridades, falta de autoestima. Hazte fuerte porque te mereces una vida llena de cariño y amor, pero de verdad, no de este tipo que ni es amor ni nada que se le parezca. El control no es amor, es posesión.

Con amor,

Eva.

Si quieres contarme tus cositas y que te aconseje, escríbeme un WeloverTerapia.

También puedes venirte a mi Instagram.

Si necesitas un chutazo de autoestima, puedes echar un vistazo a mi manual gamberro.