¿Cómo es la vida de una mujer con alopecia? Pues al principio bastante jodida, no nos vamos a engañar. El proceso de asumir que le tienes que decir adiós a tu pelo; ver cómo cada día en la ducha, en la almohada y en el coletero se van quedando los mechones; ir especialistas, hablar con peluqueros, buscar en internet…

Es un proceso muy difícil, no nos vamos a engañar, pero una vez que ya lo has asumido… la vida es otro cantar. Haces de tripas corazón y empiezas a quererte de nuevo, empiezas a reflexionar, a rebuscar y a encontrar. Casi siempre hay dos caminos: ponerle solución o dejarlo estar y amarlo como es. Ambas son igual de válidas. 

Yo decidí quedarme calva, entender que no estaba tan mal fue complicado, pero no peor que vivir toda la vida siendo gorda, sin tetas y con granos. La vida decidió ponérmelo jodido desde el principio y desde siempre yo he decidido plantarle cara y salirme con la mía, para qué nos vamos a engañar.

Cómo es la vida de una mujer con alopecia

Me metí en muchos foros, leí en muchas partes, me informé en demasía y busqué a mujeres en mi situación en las rrss con las que poder compartirme. Básicamente todas decían lo mismo: injertarte pelo está bien, no hacerlo también. Reflexiona y busca tu camino, pero solo porque tú lo quieras, no por lo que los demás puedan pensar o querer.

Yo decidí descubrir e investigar en el precioso mundo de las pelucas. Cada Navidad, cada cumpleaños, cada ocasión en la que alguien me tiene que pedir algo, ya sabe lo que tiene que hacer: comprarme una peluca de un color que no tenga.

Entendí que era igual de válida con pelo que sin él, comprendí que era igual de guapa con mi pelo que sin él, me convencí a mí misma de que me podía amar, querer y cuidar con pelo o sin él. Desde que acepté que soy mucho más que un cuerpo, me he sobrepuesto a cada situación que he vivido.

Una de las personas que más me ayudó a salir del bache fue sin duda la Tiktoker Estela, seguro que también la habéis visto siendo la puta ama en Fisrt Dates, es a la que le dijeron eso de:

-Me gusta tu pelo

-¿Lo quieres?

Y se arrancó la peluca, épica donde las haya.

Así que sí, básicamente la vida de una mujer calva es como la de una mujer gorda, coja, fea o manca. Luchando por sobrevivir, por amarse y por bucear entre un mar de superficialidad desastroso, pero en el que siempre hay hueco para que florezca el amor propio haciéndose revolución. 

Foto de SHVETS production en Pexels

 

Anónimo