Hay días que no, y no. Por mucho que lo intentes no hay manera de estar bien. Por experiencia os digo que ante un día de mierda tenemos dos opciones:

 

 

1/ Aceptar resignadamente que hay días malos e instalarte en la oscuridad durante 24 horas. Mañana será otro día.

2/ Luchar contra él e intentar sobrellevarlo lo mejor posible. A ver si con suerte lo podemos remontar.

Hoy vamos a hablar de la segunda opción. Existen cosas que podemos hacer para sentir que nuestro día mejora y estaré encantada de compartirlas con vosotras.

 

  1. Sanar hablando.

Mi primer consejo es que compartas que estás pasando por un mal día. La gente de tu alrededor empatizará contigo y te ayudará a sentirte mejor.

 

  1. No hipoteques las 24 horas.

El día es muy largo y aunque te hayas levantado de mal humor, no implica que todas las horas que tiene un día vayan a ser malas. Dale y date la oportunidad para que mejore.

 

  1. Move your body.

Este es el truco más infalible del mundo. Si tienes un mal día nada te ayudará más a mejorarlo que la droga natural más potente del universo, las endorfinas.

  1. Date un capricho.

Una taza, un ramo de flores, un bolso, esos zapatos que hace un montón que piensas en agenciarte. Lo que sea que te dé un chute de alegría. Un día es un día.

 

  1. Enfócate en todo lo bueno que hay en tu vida.

En esos días de mierda acostumbramos a enfocarnos en los aspectos negativos. Pero vale la pena hacer el esfuerzo de pensar en lo bueno que tiene nuestra vida. Hay más luz que sombras en ella.

 

  1. Regálate unos minutos.

Haz tuya la frase: “el mediodía es el verano de cada día”. Si puedes, come en la terraza del bar de cerca de la ofi, báñate en vitamina C y vive un veranillo con amor incluido.

 

  1. Habla con “esa persona” a la que quieres.

El amor siempre es la respuesta. Y cuando digo amor me refiero a todo tipo: de pareja, de amiga, de madre o del que sea que necesites.

  1. Organiza un plan molón.

Por muy mala que sea la semana, el finde siempre acaba llegando. Enfócate en él y organiza un plan que te haga ilusión: una cena con amigos, una escapada con tu pareja o un viaje con amigas.

 

  1. Analiza porque te sientes así.

Pregúntate qué hace que te sientas así: ¿Duermes lo suficiente? ¿Algo o alguien te preocupa? ¿Estas dónde y con quién quieres estar? Aprovecha para revisarte y entenderte un poco más.

 

  1. Acéptate.

Cuando no aceptamos una situación adversa, como en este caso tener un mal día, creamos resistencia al problema y tendemos a hacerlo aún más grande.    Repítete: “eso también pasará.”

Y hasta aquí mis consejos para mejorar un mal día. Y si no te sirven: ¡tranquila! mañana volverá a salir el sol y tendrás una nueva oportunidad para ser feliz.