Organizar es un coñazo o una puta pasada, dependiendo de cómo seas. Hay cosas que son muy sencillas y otras que de verdad necesitan tiempo, dinero y mucho mimo. Organizar una cena con tus amigos es bien, organizar un cumpleaños es algo más, pero organizar una noche que tiene que ser tan increíble como una despedida de soltera de alguien que te importa ya es otro nivel. Pues bien, voy a poner aquí algunas cositas que te ayudarán mucho si tienes que organizar algo tan importante como la brocha que pondrá fin a la soltería de una de tus amigas, hermanas o compañeras de vida. 

1. Hay que tomar el control. Hay que decidir quién lleva la voz cantante, puede ser una sola persona o un ‘pequeño comité’, pero no pueden tomar parte de todas las decisiones todo el mundo que vaya a ir. Esto puede sonar un poco a dictadura, pero es que o se hace así o no sale. Quien tome la iniciativa, toma las decisiones. Plantea un plan medianamente cerrado y ya luego se escuchan las opiniones del resto, pero lo de que todo el mundo propongo y que se elija entre todos, no se puede, porque jamás se va a poner todo el mundo de acuerdo, es imposible. 

2. Elegir el plan. Desde un viaje para las más cercanas, hasta una noche de fiesta, pasando por un plan de relax. Todas son adecuadas, siempre pensando en la novia en qué querrá, en qué le hará más ilusión y en cuáles son sus preferencias. No hay que olvidar que ese día es para ella, no para las que asisten a acompañarla. 

3. El grupo de WhatsApp. Hay que hacerlo, es un hecho. Por mucha pereza que nos dé y por mucho que queramos suicidarnos minutos después de haberlo creado, es una herramienta indispensable. ¿Mi consejo? Que cuando lo crees ya tengas el plan medianamente cerrado. ‘Estas son las fechas que le vienen bien a la novia, vamos a hacer esto y esto y esto otro, quien pueda venir y participar bien, quien no pueda, no pasa nada, seguro que hay muchas más oportunidades para celebrar con ella’. Hay que escuchar y leer a todo el mundo, por supuesto, pero no podemos atender a las necesidades de todo el grupo. 

4. El dinero. Hay que ser consciente de que no todo el mundo tiene la misma economía, no todo el mundo puede poner el mismo dinero y no todos los planes son asequibles. Es genial soñar y querer hacerlo todo a lo grande, pero la practicidad es algo de lo que no podemos olvidarnos. No nos podemos enfadar con las personas que dicen que no tienen pasta, que es demasiado dinero o que ellas no puede. Comprendemos y asumimos, no todas tenemos las mismas capacidades. ¿Lo mejor? Intentar hacer algo en lo que todo el mundo pueda participar, quien pueda poner más que ponga más, quien no pueda poner tanto que ponga lo que pueda. Al final la novia querrá pasar tiempo con su gente, no con cosas materiales, a todas nos gusta el rebomborio y las cosas a lo grande, pero estoy segura de que preferimos a la gente que nos quiere rodeándonos que un crucero por el Mediterráneo con las tres que se lo pueden permitir. 

5. El ridículo que le vamos a hacer pasar a la novia. Necesario e indispensable, es una noche (o unas noches) para deshinibirse y darlo todo, pero piensa siempre en la novia, por Dios. Hay mujeres dispuestas a todo y a otras que las vas a hacer pasarlo tan mal que preferirán quedarse en su casa muriendo lentamente. Repito (y no me canso) que es algo para ella, qué le gusta a ella, qué quiere ella, cómo es ella. A partir de ahí, mano suelta a la imaginación, ninguna locura con amigas es demasiado grande. 

6. Juegos para beber. Es algo que va a pasar, parece que somos incapaces de concebir una despedida sin alcohol y normal, porque es lo que siempre hacemos y nos da la vida. Hay mil versiones de juegos para beber que puedes basar en la vida de la novia para echaros unas risas y que ella se sienta la protagonista. 

6.1 Trivial de la novia. Preparad una ristra de preguntas sobre su vida, anécdotas graciosas o cosas que hacía de pequeña (hablar con la madre siempre es una buena idea). Se plantean preguntas con respuesta de A, B, C; todas votan levantando la mano a la respuesta que creer correcta, todas las que fallan: beben. Risas aseguradas. 

6. 2 La novia nunca a… Un yo nunca, pero todas beben solo si la novia lo ha hecho. ‘Yo nunca he meado en la ducha’, si la novia bebe, todas beben. Es cuestión de sacarle los colores a la novia y sacar trapos sucios, todo para echarse una risas y beber a base de bien. 

6. 3 ¿Con quién lo viviste? Todo el mundo escribe una anécdota con la novia en una tarjeta, ella la lee en voz alta, tiene que saber quién es la autora, si acierta beben las dos, si falla bebe todo el mundo. Lo ideal es que sean pequeños detalles o historias que no sean muy recientes para que ella dude, luego al contar la anécdota os descojonaréis seguro. 

6. 4 Jugar a las películas, pero con escenas de la vida de la novia. La clave es hacer mímica, representar algo de la vida de la novia y ella tiene que saber de qué estáis hablando, qué estáis representando. Hay muchos papelitos puestos con la escena, las invitadas los van cogiendo y tienen que imitarlo lo mejor que sepan, participan todas, quien acierte, manda beber y esa persona sale a representar la siguiente escena. 

7. Momento tierno. Está bien salir, emborracharse, comer, bailar y darlo todo. Pero en este tipo de eventos siempre hay huecos para el amor, para el ‘tía, te quiero muchísimo’. Preparar un discurso, un vídeo o hacer a la novia decir unas palabras siempre será un acierto. Las cosas improvisadas molan, pero si podéis medio dejarlo algo decente antes, seguro que lo petáis muchísimo más. 

8. El buen rollo, las ganas de pasarlo bien y el amor por la novia. Al final lo único importante aquí es ella, así que tenemos que dejar atrás nuestras rencillas y posibles malos rollos que haya habido durante la organización. Se permiten todas las movidas y discusiones posibles, es normal que pase y que no todo le mundo esté de acuerdo, pero cuando llegue el momento lo más importante es que todo el mundo esté dispuesto a darlo todo y a pasarlo teta, así que mejor hablar las cosas bien, exponer razones y no encabronarnos a la primera de turno, todo esto se hace por ella. Así que señoras, ¡calienten sus motores y a despedir la soltería de ese ser humano por todo lo alto!