Es inteligente, guapo, tiene conversación y te regala flores. Va a buscarte a la salida del trabajo, te quiere sin condiciones y dice que estás guapa hasta recién levantada. Es animalista, feminista e incluso puede que vegano. Es el chico perfecto. Te ha tocado la lotería. El único problema es que no te llena, o te aburre o no te pone. Has encontrado lo que siempre habías deseado, pero no es suficiente, no es él.
¿Pero entonces por qué ese miedo a dejarlo? Todo el mundo te dirá que estás loca. Que con la edad te cambian las prioridades, que aprecias la calma y la tranquilidad. Hay gente que mataría por tener lo que tienes y tú despreciando a un hombre perfecto porque crees que no es el indicado para ti. ¿Qué te crees? ¿Chenoa buscando a otro Bisbal?
Yo acabo de romper con un chico perfecto. Que me recibía por las noches con champagne y trufas. Que me venía a buscar al trabajo sólo para fumar un pitillo en la pausa. Un chico guapo, sensible, inteligente y muy divertido. Alguien que me quería con locura y me veía perfecta. No es tan fácil encontrarlos. Sobre todo si eres una chica gorda y con polla como yo, tienes la misma probabilidad de que alguien te quiera así de bien como que te caiga un rayo. Pero no sentía nada especial cuando me besaba. Así de simple. No se encaja en cuerpo y mente con cualquiera.
No todo el mundo es igual. Desde luego yo no soy una persona que haga las cosas porque sean fáciles pero también es fácil confundirse y caer en lo práctico. Sobre todo, caer en el miedo. Miedo a que no encontrarás otro igual, a que estarás sola. Miedo a que no vuelvan a quererte así. A que va a faltarte algo, como empezar a caminar sin una pierna.
Si las horas no te pasan volando a su lado, NO ES ÉL. Si te da pereza contestarle al whatsapp, NO ES ÉL. Si no te mueres por verlo como cuando esperas a que salga tu maleta facturada en las cintas del aeropuerto, NO ES ÉL. Y sobre todo si no te pones cachonda cuando te besa o te come entera, NO ES ÉL. Y cuanto más los niegas, más fuerte se hace.
Líbrate del miedo. La vida es demasiado corta para ser cobarde. No te lo mereces ni tú, ni él. Ambos merecéis lo grandioso de un amor correspondido. Porque si ya has encontrado a uno, encontrarás a dos, y si no lo encuentras mejor soltera que vivir un amor fingido. Porque conformarse no te va a hacer feliz. Y sobre todo porque cuando hay dudas, amiga, es que no hay duda.
.