Qué mala racha llevo, todo me pasa a mí, esto me pone de los nervios… ¿Te suena? Todas pasamos rachas así. Lo más importante es detectar cuando estamos en un bucle negativo y tener las herramientas para salir de él. 

Cuando estamos en una espiral de negatividad, nos sentimos molestas o incluso cabreadas, nos quejamos, nada nos contenta, nos falta algo o nos sobra todo…y no somos capaces de parar de sentirnos así. De repente estás en una comida con amigos, y acabas contando por octava vez lo malo que es tu jefe, las muchas cosas que hace mal tu pareja o cosas por el estilo. Eso las afortunadas; las hay que se lo quedan dentro y son una bomba a punto de estallar ¿Cómo frenamos ese bucle y por qué hay que frenarlo? 

Llevamos vidas ajetreadas, donde si no eres una mujer multitasking y llegas a hacer cien cosas en un día parece que has perdido el tiempo. ¿Cómo no va a ser normal caer en bucles donde cuesta ver la luz? Es muy común.  

Cuando veas que te sientes así, una solución es: hacer una lista de todo lo que te hace pensar que estás en un mal momento (una pareja con la que estás en una mala racha, una amiga con la que las cosas no fluyen como deberían, un trabajo con el que no eres feliz, agotamiento por estrés…o todo a la vez). 

Ahora que tienes la lista, busca mirarla con el filtro más objetivo posible. ¿Qué cosas está en tu mano cambiar y cuáles no?

Algunas de las cosas sí las podemos cambiar, o podemos hacer algo para aliviar el efecto negativo que tienen en nosotras. Si por ejemplo estás en una mala racha con tu pareja, piensa ¿qué sería necesario que cambiase para sentirme mejor? De repente ves que tienen que cambiar demasiadas cosas, y es momento de hacer un pensamiento; o por el contrario, puede ser que cosas que a ti te irritan mucho, tu pareja ni sepa que te molesta y lo podáis hablar y buscar una solución.  

Por el contrario, a veces dedicamos mucha atención a cosas que no está en nuestra mano cambiar y eso nos genera mucha frustración. Por ejemplo: hay una persona tóxica en el trabajo y tienes que trabajar con ella si o si, pero si le prestas menos atención a lo que hace o dice, tendrás más tiempo para prestar atención a otras personas que puedan hacer de tu día algo mejor. Tira de buenos momentos fuera del trabajo o incluso de imaginación para conseguir evadirte y que no te fastidien el día. 

Tenemos más poder del que creemos a la hora de cambiar cómo nos sentimos y qué papel le damos a las personas que nos rodean, así que pregúntate, ¿dónde quiero poner el foco de atención? A veces con tan solo encontrar algo, que por un momento te permita aliviar la tensión, tu vida mejorará notablemente. 

 

Carolina Moreno