Esta podríamos catalogarla sin duda como una de las consultas por excelencia que se hacen en el foro o que me llegan a mi correo de todas las chicas que me leen o me descubren por las redes sociales.

El bajo deseo sexual en la mujer parece que es cada vez más frecuente, y son muchas las que me piden una solución para esto, y la pregunta siempre es la misma ¿Aida cómo aumento mi deseo sexual?

A esta pregunta siempre suelo contestar lo mismo, el deseo sexual es un gran desconocido para muchas, no sabemos cómo funciona, cómo cambia, cómo evocarlo, entonces primero tienes que tener muy claros estos conceptos y ya después valoraremos si existe o no un bajo deseo.

También aclarar que muchas veces lo que la gente pretende es que les cuente “un consejo mágico o rápido” como si todas tuviéramos un botón del “ON” escondido en alguna parte y que solo los sexólogos sabemos donde están y te vamos a indicar en 1 minuto como y donde encontrarlo, pues va a ser que no.

Lo primero, el deseo sexual no es algo que aparece de repente, mucha gente piensa que estas ahí sentada, tan tranquila y de repente te pones cachonda perdida y dices si si siiii en el momento, y que te pones perraca perdida…

Pues me vais a perdonar, pero esto por lo general no es así, puede que en algún momento de tu vida si te pueda entrar esta “cachondez repentina” pero, por lo general chata el deseo hay que trabajarlo, entrenarlo y darle tiempo para que aparezca.

La respuesta que nuestro cuerpo tiene cuando tiene excitación y deseo sexual puede variar de intensidad, puede que unas veces te cueste muy poco y otras que tarde un ratito más, incluso hay veces que esto puede ir acompañado de lubricación o no y puedes estar igual o más excitada que otras veces y estar seca o mega lubricada.

Otro factor muy claro a tener en cuenta es que el deseo llama al deseo, esto que quiere decir, que si tú no tienes fantasías sexuales nunca (o muy pocas veces), lees o ves contenido erótico o pornográfico y no te masturbas nunca o casi nunca, tu deseo no está para nada trabajado y claro le reclamamos que esté a tope cuando vamos a tener un encuentro sexual con otra persona, y el cuerpo nos dice que nanai.

Siempre se lo explico a mis pacientes de la misma forma, el deseo sexual es como una carrera de fondo. Imagínate que tu quieres correr 20km (que en este caso sería tener deseo) pero nunca sales a entrenar, y un día de repente te pones a correr y cuando llevas 1km estas que te mueres porque no tienes practica, pues con el deseo amigas mías pasa lo mismo.

Por supuesto tenemos que tener en cuenta qué factores puedes estar afectando a cada caso, porque muchas mujeres dejan de sentir deseo de forma progresiva y no se dan cuenta hasta que ya su deseo está bajo mínimos.

Es importante conocer también cómo surge el deseo. El deseo en nosotras no es igual que en los hombres, estos pueden excitarse o sentir deseo en un nivel 10 de una forma súper rápida y tu todavía estas por el nivel 1.

Por lo que, sin darnos cuenta, nosotras intentamos adaptarnos a sus ritmos y a sus tiempos, y el resultado por lo general suele ser nefasto y una interiorización plena de que no se tiene deseo, cuando si lo tienes, pero no le das tiempo a aparecer.

A ver si te suena esta situación, el tiene una erección súper rápido, enseguida empieza a sobar y besar cada parte de tu cuerpo y le entra el ansia animal y solo quiere metértela, mientras que tu aun no sientes gran cosa, finalmente sus insistencias tienen su fruto y pasáis a la penetración hasta que el se corre o si tienes suerte lo fusiona con algo de masturbación y sexo oral ¿Cuántas veces habéis tenido un encuentro sexual así?

¡Ojito al dato! Que no estoy diciendo que todos los hombres sean así, ni que busquen estos encuentros sexuales ni que nosotras no sepamos pedir las cosas, pero es una verdad como un templo que lo anteriormente explicado nos ha pasado a mas de una en más de una ocasión.

Cuando yo no trabajo mi deseo sexual, lo comparo con el del hombre, tengo prácticas sexuales muy centradas en el mete saca, lo más probable es que no te apetezca nunca y cuando lo hagas sea sin ganas (cosa que no deberías hacer jamás).

Por otro lado siempre hay que tener en cuenta el estado de la pareja, si esta no va bien, no esperes que el sexo por arte de magia se quede aislado de vuestra situación y vaya todo genial, puede que echéis algún polvete regubien pero por lo general no serán de calidad.

Si a todo esto muchas veces le sumamos una baja autoestima, si tu contigo misma no te encuentras ubicada, no te aceptas, te hablas mal a ti misma y te maltratas, el cuerpo es muy sabio y cuando tu le pides que funcione para darte placer, este te hace la peineta de las grandes ¡y con razón!

Por lo que, realmente el deseo sexual es un concepto muy amplio y que puede estar condicionado por muchísimos factores, sin analizarlos detenidamente y por lo general por un profesional de la sexología, es muy difícil ver que está pasando y como cambiarlo.

En esencia mi consejo siempre va en la misma línea, cada una de nosotras tiene que hacer un ejercicio de introspección, ver qué factores están influyendo, aprender a darme tiempo y a dedicármelo, trabajar el deseo de forma individual y mantenerlo activo mediante la masturbación, y si todo esto falla consultar con un especialista de la sexología para intentar cambiarlo.

Los consejos mágicos y rápidos no existen y en el caso del deseo sexual menos todavía.

Aida Vallés Psicóloga especializada en Sexología y Terapia de Pareja

correo: [email protected] instagram: @aidavallesconsulta_