Cómo vivir con un sueldo de Educadora Infantil

 

Antes de comenzar este texto os advierto: el título no es más que clickbait. Lo siento.

Con un sueldo de Educadora Infantil no se vive, se sobrevive (como con la mayoría de sueldos que tenemos los millenials, para qué engañarnos).

Y es que quizá nuestros padres se crean que nos quejamos de vicio, que nuestra vida es más fácil de lo que fue la suya (dato que no sé de dónde se sacan) y que si no tenemos hijos es porque no queremos (que también será ese el caso en algunas ocasiones); pero la pura y dura realidad es que no hay trabajo y, para conseguir el poco y mal pagado trabajo que hay, hay que darse de tortas, tener mucha suerte o formarte como si fueras a trabajar en la Casa Blanca en vez de en un j****o Burger King. Es más, estaría por apostar que hay gente más culta, inteligente y con más formación que trabaja en un McDonald’s de la que hay en el Parlamento. Pero eso es un asunto aparte.

Sólo os diré que, de las seños que estamos en mi escuela, yo soy de las pocas que no tienen la carrera de Magisterio en educación infantil pero… ¿para qué? Si me la saco, ¿qué probabilidades tengo de optar a una plaza mejor si la mayoría de mis colegas se ven en la misma situación que yo y cobrando la misma m****a pero habiendo estudiado varios años más? (teóricamente hablando, otra vez, porque yo tengo una carrera a falta de sacarme 6 asignaturas que jamás terminaré, pero eso nos daría para otra historia). Pensaréis en las oposiciones pero, si se os ha pasado esa opción por la cabeza, es porque realmente no sabéis cómo funciona ese purgatorio para conseguir una plaza o porque habéis tenido la inmensa suerte de conseguirla de una forma relativamente fácil (no sé cómo lo has hecho, así que comparte tu secreto).

En fin, a lo que iba, que era contaros cómo consigo (sobre)vivir con un sueldo de educadora y dedicarme a mi sueño sin preocuparme por el dinero (ja, ja, ja). Pues bien, os resumo: en mi caso puedo «permitirme» trabajar de aquello que me apasiona porque tuve la suerte (o más bien la desgracia) de heredar dos propiedades de mi madre cuando falleció hace 6 años, pudiendo vivir en una de ellas sin pagar el alquiler y teniendo alquilada la otra para complementar mi sueldo. Si a esto le sumamos el sueldo de mi pareja, las cuentas empiezan a salir… Pero no me digáis que no suena ridículo el hecho de tener «3 trabajos» entre los dos para poder vivir «sin preocupaciones». A mí me lo parece, desde luego. Y, vuelvo a recalcar que mi situación es privilegiada por el simple hecho de no tener que preocuparme de pagarle a un casero, pero teniendo que ocuparme de tener alquilada una propiedad con todo lo que conlleva.

Ahora bien, si mi situación no fuera esta, otro gallo cantaría. Por ejemplo, mi mejor amiga acaba de entrar con un contrato en prácticas, cobrando el 85% del salario habitual, deseando poder independizarse pero encontrándose con el pequeño, nimio e insignificante inconveniente de que, para poder hacerlo, tendría que pagarle a su casero/a, como mínimo, la mitad de su sueldo cada mes… Y encima no podría llevarse a su perra porque en ningún piso de alquiler admiten mascotas. Así que se ha medio venido a vivir con mi pareja y conmigo a nuestra casa para intentar hacer una pseudo independización.

Una locura, ¿verdad?

Pues aún más locura es la situación de la cocinera/limpiadora de nuestra escuela quien, además de cobrar el mismo sueldo irrisorio que nosotras, curra por dos (pues en otros centros tienen cocinera y limpiadora). Está separada, con dos hijos, con custodia compartida (por lo que no recibe ayuda económica) y teniendo que pagar un alquiler.

Así que, antes de hablar mal de la seño de tu peque y de juzgarla a la ligera, por favor, ponte en su lugar. Ella ha elegido su trabajo por su amor por los niños. Única y exclusivamente por eso. Porque, si fuera por el sueldo o porque fuera un trabajo fácil, seguro que preferiría trabajar en una tienda de grupo Inditex (ojo, no se me entienda mal, que con esto no pretendo menospreciar el trabajo de nadie).

Anónimo