Comportamientos que debes evitar si no quieres ser una madre tóxica

 

Nadie dijo que ser madre fuera fácil.

Es más, en WLS hablamos continuamente de la maternidad en todas sus facetas. De su lado más amable, pero también de las partes más oscuras.

Gracias a las experiencias de tantas y tantas loversizers conocemos lo que conlleva crecer bajo en influjo de unos padres tóxicos.

Así que hemos recopilado aquí algunos de los comportamientos que debes evitar si no quieres ser una madre tóxica:

 

  • FRÍA Y DISTANTE. Criar a un hijo sin caricias, abrazos y muestras de cariño es una forma bastante certera de abocarlo a convertirse en una persona con graves problemas para conectar emocionalmente con los demás.
Comportamientos que debes evitar si no quieres ser una madre tóxica
Foto de RODNAE Productions en Pexels
  • DESDEÑOSA. No menosprecies ni hagas de menos a tus hijos. No les hagas cuestionarse su valía ni les hagas sentir que no llegan a lo que esperas de ellos.

 

  • PROYECTARSE EN LOS HIJOS. Nuestros hijos no son una segunda oportunidad que nos da la vida para hacer con la suya lo que no pudimos hacer con la nuestra. Debemos dejarles descubrir quiénes son, qué les gusta y qué se les da bien con total libertad, sin imponerles nuestras preferencias y sin pretender que alcancen sueños o metas que nosotras no hemos podido alcanzar.

 

  • CONTROL. Una madre controladora, que no deja a su hij@ cometer sus propios errores, tomar decisiones y que limita su autonomía, terminará mermando su seguridad y su concepto de sí mismo y de su libertad individual.

 

Comportamientos que debes evitar si no quieres ser una madre tóxica

 

  • PERMISIVIDAD. El extremo contrario es igual de dañino. Los niños que crecen bajo una permisividad excesiva, sobre todo si la raíz de esta se halla en la indiferencia y la desgana, tendrán más dificultad para gestionar los conflictos y la frustración.
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Foto de Kat Smith en Pexels
  • INVASIVA. Si quieres perder la confianza y el respeto de tu hij@, lo mejor que puedes hacer es no respetar su privacidad y saltarte a la torera los límites de su intimidad.

 

  • COMPETITIVIDAD. Por un lado, la de quienes ven a sus hijos como sus rivales; son los que tienden a menospreciar sus logros, a dejarlos en ridículo públicamente, etc. Y, por otro, los que los usan para competir con otras madres y padres. Comparan continuamente a sus hijos con los de los demás y presumen sin pudor sobre lo buenos que son y lo que destacan por encima de los otros. No porque sientan un orgullo incontenible, sino con el objetivo de presumir de su propia capacidad y de ser el centro de atención.

 

  • CHANTAJISTA. El chantaje emocional y la manipulación no están bien en ningún tipo de relación, mucho menos entre madre e hijo. Evitemos estos comportamientos, así como los reproches sobre cuestiones ajenas a nuestros descendientes, tales como los típicos ’24 horas de parto para esto’ o ‘renuncié a mi carrera por ti y así me lo pagas’.

 

¿Te has reconocido en alguna de estas conductas?

Si es así seguro que aún estás a tiempo de cambiarla.

 

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