La comida cumple un papel importante que va más allá de la necesidad y el placer. Puede ser nuestro aliado o enemigo de la salud. Nuestros hábitos alimenticios determinan en gran medida el funcionamiento de nuestro organismo.
Harvard, la prestigiosa universidad norteamericana emite una nueva norma para conseguir más seguidores de una correcta alimentación. Concretamente, sostiene la importancia de comer saludable para disminuir las cifras de enfermedades cardiovasculares en el mundo.
Los ataques cardíacos y cerebrales son la primera causa de muertes en países desarrollados y subdesarrollados. Según la Organización mundial de la Salud, 17,5 millones de personas fallecen por este motivo. ‘’El 90 % de los casos se debe a factores como hipertensión, hipercolesterolemia, obesidad, diabetes y tabaquismo. En México, se estima que el 70.3 % de la población adulta vive con al menos un factor de riesgo cardiovascular’’, según informa Javier Castillo, director de Salud & Fitness en REVIEWBOX.
El nexo común entre todos ellos, a excepción del tabaquismo, es la alimentación. En ese contexto, la dieta se ha convertido en un asunto de interés de salud pública. Miles de científicos trabajan en descifrar cómo nos enferma (o nos protege) la comida. Por ello, la prestigiosa universidad muestra que una dieta debe primar la calidad sobre la cantidad.
La calidad es lo que importa
Cada vez más personas están preocupadas por llevar un estilo de vida saludable, promovido por realizar ejercicio, dormir adecuadamente y alimentarse correctamente. Los patrones de alimentación incluyen una mayor ingesta de granos enteros, verduras, frutas, legumbres y frutos secos, y una menor ingesta de carnes roja y procesadas, así como evitar bebidas azucaradas.
Según las opiniones de nutricionistas y expertos en medicina preventiva de la Universidad de Harvard, cualquier tipo de dieta saludable a largo plazo disminuye entre el 14 y el 21 % riesgo cardiovascular (especialmente ictus y ataques cardíacos).
Frank Hu, profesor de Nutrición y Epidemiología y presidente del Departamento de Nutrición de la Escuela de Salud Pública de Harvard, sostiene “Estos datos proporcionan evidencia adicional para respaldar las pautas dietéticas actuales de que seguir patrones de alimentación saludable confiere beneficios para la salud a largo lazo en la prevención de enfermedades cardiovasculares”.
Respetar los gustos individuales
Según los expertos “no existe una dieta única que sea la mejor para todos. Se pueden combinar los alimentos en una variedad de formas flexibles para lograr patrones de alimentación saludables de acuerdo con las necesidades de salud, las preferencias alimentarias y las tradiciones culturales de las personas”.
Esta conclusión recibe el respaldo de otros especialistas. Miriam Sandín Rollán, doctora de la Asociación de Riesgo Vascular y Rehabilitación Cardiaca de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), apunta que existe evidencia científica que asocia la relación entre el riesgo cardiovascular y alimentación, “continúan los estudios a este respecto con el fin de determinar qué dietas son las más recomendables”, sostiene.