A una de mis mejores amigas se le ha aparecido algún santo con un sentido del humor bastante cáustico: le ha puesto delante al hombre perfecto PERO no hay manera de que puedan follar.

Ella, divorciada, sin hijos, con trabajo y solvente, cincuenta castañas más bien puestas que ninguna, él de cincuenta y dos, alto, atractivo, sexy, divorciado… y PADRE SOLTERO de dos niños pequeños y uno debajo de cada brazo cuando le toca, porque cuando no le toca, está trabajando a más de cinco mil kilómetros de distancia. 

La cosa es que no habían caído en este problemín hasta hace unas semanas, porque en primer lugar, todavía no habían hecho las presentaciones formales, los niños no la conocen a ella, y en segundo lugar, cuando él estaba en casa, ellos tenían colegio, así que estos dos pobres aprovechaban las mañanas para verse y estar juntos, y algún fin de semana alterno que él los podía dejar con uno de sus hermanos que tiene hijos de la misma edad. Porque evidentemente, cuando él tiene la custodia, la tiene a tiempo completo y viven con él, y él es quien se encarga de absolutamente todo lo que tiene que ver con ellos, y como te digo, cuando les toca estar con su madre, él está fuera.

Y ahora que ha regresado, justo cuando los críos están de vacaciones, resulta que como la madre de ellos trabaja, ya les había puesto en campamentos de esos de medio día para poder tenerlos entretenidos mientras ella no estaba en casa. Y él se ha encontrado con que de entrada no hay más campamentos por ahora, al hermano con el que solía dejarlos le acaban de intervenir de no sé qué y no se puede mover, el grueso de las personas con quienes podría dejarles al menos un par de horas, no están en este momento por la zona, y como los críos aún no la conocen a ella, pues hay que hacerlo de manera paulatina para que no sea un destrozo emocional, por descontado, y no es plan de pasar los días enteros los cuatro así de golpe y porrazo, y de entrada, y sin anestesia, y mucho menos, ¡meterla en casa y en la cama!

Total, que están como dos veinteañeros, con fotitos, y videítos, y audios calentitos, arreciados por las amigas de ella, que la torean enviándole memes de esos de “vamos a pedirle a la Iglesia que quite el follar como pecado y lo ponga como milagro” para que ya se ría por no llorar. 

Porque es para llorar, pero de rabia, porque encima se entienden fenomenal desde el minuto cero y ahora, a la que se despistan, se les escapan frases como “luego te contesto que estoy empalmado”, y a los dos segundos “quería decir en el supermercado”, o “amor, te llamo más tarde que me voy a correr”, y a los dos segundos “a correr digo, a hacer deporte, vaya”, todo ello regado de iconos de carcajadas llorando, y de diablitos de sonrisa retorcida.

En lo que estos dos encuentran un rincón donde echar un polvo, otro día hablamos de la diferencia entre salir con un padre divorciado y un padre soltero, porque hay un pequeño abismo entre unos y otros, y estamos seguras de que es un tema que da para pensar, y más ahora que estamos en vacaciones escolares y todo eso, así que iremos calentando motores para el otoño y previendo situaciones de cara a la Navidad y a próximos veranos.

Anónimo