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En el post de hoy os voy a dar unos sencillos sextruquitos para que consigáis que al chico se le pongan los ojos en blanco y quiera repetir. 

Aún así, el sexo oral es una práctica más, por lo que si no os sentís cómodas no tenéis la obligación de hacerlo.

Y para las que os guste lamer una buena churra, os traigo estos tips para comerla de 10. Seas mujer u hombre, estos pequeños sextruquillos te servirán igualmente. Lo importante es divertirte, disfrutar y aprender, y si lo puedes poner en práctica, aún mejor!. Vamos al lío!

 

TIPS IMPRESCINDIBLES:

 

  • Para hacer una buena felación tienes que tener en cuenta lo siguiente: movimiento, fluidez y sincronía. Hacer una buena mamadita no es lamer y tocar y ya está. Lo gustoso y placentero está en la variedad.
  • Combinar: boca, manos, labios y lengua
  • Movimientos ascendentes y descendentes. Cambia el ritmo, la intensidad y la fuerza constantemente, empezando en un punto más bajo y poco a poco vas aumentándolo. 
  • Primero haz saltar las chispas, caldea el ambiente y después ya te la metes entera en la boca. Piano piano.
  • Importante: comunícate! Si ves que puede no gustarle o al contrario, que pueda excitarle como nunca, pregunta. Esto te ayudará mucho.

 

Primero que nada, os pongo un poco de anatomía genital masculina para que os ubiquéis mejor:


Una vez lo tenemos todo clarinete, vamos al lío:

 

 

  • Ponle cachondo pero no olvides mirarle

 

Sin prisa pero sin pausa y no le apartes la mirada. Le bajas los pantalones, contemplas como ha crecido su miembro debajo de sus calzoncillos y le miras fijamente con esa miradita seductora que tú ya sabes y que le pone cachondo perdido.

Empieza jugando un poco, rozando con tus pechos su miembro, tócalo, acaricia con cuidado, dale algún beso y mordisquito por encima de la tela pero con suavidad. La intención es ponerle a tono y provocar un efecto de acumulación.

 

Ahora llega el momento de sacar su churra del escondite, contemplarla unos segundos y lamerla de arriba abajo con tu lengua y intentar mantener el contacto visual. 

¡¡Con esto ya empieza a entrar en calor!!

 

 

  • ¿A que no hay huevos de hacerlo?

 

 

Ahora es el momento de jugar con sus testículos (a muchos les encanta). Colocas una mano en sus testículos y los masajeas suavemente.

Mientras los tocas con cariño, le lames el pene de arriba abajo suavemente usando toda la superficie de tu lengua y haciendo lo mismo con tus labios. Varía la intensidad y el ritmo, pero sin llegar al glande (aún no).

 

 

  • De menos a más.

 

 

Quiero que juguéis mucho con este sextruquillo. Tenéis que comenzar a chupársela poco a poco, cómo si estuvierais comiéndoos el famoso helado de piruleta Twister. 

¿Verdad que empezáis a chuparlo poco a poco, lo saboreáis y cuando veis que está a punto de caramelo os dais prisa en comerlo más rapidito porqué se derrite? Pues esto igual.

 

Es muy importante jugar con las velocidades y las intensidades, porqué la monotonía aburre y no excita.

 

 

  • Con tanto paso no se si me aclaro. 

 

 

Esto ya se pone más serio y necesitas concentración máxima. ¡Qué nervios!

 

Empiezas con tu lengua jugando con su glande y su frenillo. Pasea tu lengua como si dibujaras circulitos invisibles mientras le miras a los ojos.

 

Después sigues bajando y le lames de forma ascendente y descendente la línea longitudinal del pene, ya que contiene una mayor concentración de terminaciones nerviosas. Para que sea aún más placentero con una mano aprietas ligeramente la base del pene.

Apretar significa hacerlo suavemente. ¡Queremos excitarle, no estrangularle el pene!

Es importante que todos estos movimientos vayan en sincronía y sobretodo, que varíen en intensidad y velocidad. Ah! Y no os olvidéis de ir mirándole a los ojos.

 

Seguimos, que esto aún no ha acabado. 

Para que al maromo se le pongan los ojos en blanco, mientras estés saboreando y comiendo toda toda toda su churra, la coges con las dos manos y haces masajes suaves giratorios (una mano gira hacia la derecha y la otra en la parte superior gira hacia la izquierda) y ascendentes y descendentes. Y juegas con la fuerza de las presiones.

Es importante que, cuando hagas estos masajes, NO LO HAGAS COMO SI ESTUVIERAIS ESCURRIENDO UNA BAYETA. Hay que tener cuidado con la presión que ejerces.

 

 

  • Ya queda poco…

 

 

Después de hacerle todo esto, ya estará a punto de correrse. Así que ahora es el momento de aumentar la intensidad.

Seguimos haciendo los movimientos en sincronía y ahora nos volvemos a centrar en los testículo. Lámelos, bésalos, introdúcelos en tu boca y juega con ellos. 

Mientras estás pendiente de sus testículos, si lo haces con la boca, sigue masturbándole el miembro con la mano. Y si los tocas con la mano, cómele la churra en movimientos ascendentes y descendentes.

¡¡Ahora ya no hay marcha atrás, la velocidad sigue aumentando, él está que arde y tu estás que lo petas!! 

Muy importante, espero que os haya servido. Pero sobretodo, disfrutad, saboread y chupad con imaginación y creatividad, ya que para nosotras también es muy excitante. 

 

Nereida Ferrer Lucas. Psicóloga, sexóloga y terapeuta de pareja.

Instagram: hibiscus_psicologia