Cosas que es mejor evitar cuando estamos con los bebés de los demás
Hoy se ha venido a pasar el día conmigo y con mis hijos uno de mis sobrimigos. Ya sé que esa palabra no existe, pero ¿a que debería existir? Yo pienso seguir usándola, desde luego.
Pues eso, que mi amiga acaba de dar a luz por segunda vez y nos hemos traído a casa al nuevo hermano mayor para liberarla un poco durante unas horas.
Me encanta cangurear a mis sobrimigos, pero vengo a confesar que lo paso mal. Lo paso malamente porque, aunque soy madre desde hace años, tener a mi cargo a la criatura de otra persona es otro nivel de preocupación diferente.
Las que soléis encargaros del cuidado de los retoños de vuestros familiares o amigos me entendéis, ¿no?
En mi caso lo vivo con tensión porque, a mis propios miedos y exigencias, les añado los de los padres que me han cedido a su hijo o hija. Y no me refiero a ninguna imposición en concreto, no hablo de eso. Me refiero a que no es lo mismo cuidar a los tuyos que al hijo de otros.
Que es obvio que en ningún caso la quieres cagar ni provocarle ningún mal. Pero, no sé, es que, si con el tuyo no quieres hacer nada ni medio mal, con el de tu amiga todavía mucho menos.
Esos padres han confiado en ti para cuidar de lo que más quieren… Sin presión, eh.
En fin, estoy divagando. Yo, como madre y como mujer que a veces cuida a niños que no son suyos, quería llegar a que existe una serie de cosas que es mejor evitar cuando estamos con los bebés de los demás:
- Descuidarse ni medio segundo. Esto aplica a tus hijos, a los de tus amigas, los de tu hermano y casi se puede extender a cualquier niño pequeño que tengas a tu alcance. Pero cobra especial relevancia cuando estás momentáneamente al cargo del bebé de otra. Tu hijo se cae y se hace un raspón, uno de tantos. Pero le pasa lo mismo a tu sobrimiguito estando contigo… y el disgusto te dura un mes.
- Llevarlo a donde sea sin avisar. Si le has dicho a tu amiga que vais a estar en casa, en casa os quedáis. Por supuesto que se puede ir al parque, o bajar a hacer algún recado o cualquier otra de las mil situaciones que podamos imaginar. Lo que no se puede, jamás de los jamases, es llevarse al bebé de otra persona sin que esta haya consentido y esté informada. Habrá quien no quiera exponer a su peque al frío, al calor… a que viaje en coche con otros. Puede ser delicado, así que mejor no arriesgar y preguntar antes.
Cosas que es mejor evitar cuando estamos con los bebés de los demás
- Improvisar con la comida. Los niños, sobre todo de bebés, comen a todas horas. Y está claro que, si estás cuidando de uno, tendrás que alimentarlo. Hasta ahí, todo en orden. Ahora bien, por un lado, prohibido dar chuches sin consentimiento expreso. Por otro, prohibido improvisar con alimentos que no sabemos si pueden comer o no. Nadie quiere ser testigo de una reacción alérgica, ¿verdad? Lo mejor es ceñirnos exactamente a las instrucciones que nos den los papás. Nada más. Ah, y prohibido, prohibido, prohibidísimo pasarnos por el forro lo que nos digan. Nada de ‘total, por un día’, ‘boh, tú también eras alérgica de pequeña y de repente se te pasó’. Cero. Ni de broma.
- Alterar el físico de la criatura. Así, como encabezado, me ha quedado un poco dramático. Ojo, que drama tiene la cosa. No debería ni pasársenos por la mente coger y llevar a nuestro sobrimigo/nieto/ahijado/loquesea a la peluquería y ¡sorpresa! ‘Mira qué mona te devuelvo a la niña con su flequillito nuevo’. Y si con el cabello no se hace, lo de ponerles pendientes a las hijas de padres que habían optado por no hacerlo, culo culo, amiga. Nunca. Eso no se puede hacer. Parece muy evidente, pero se ve que para algunos no lo es.
- Dejar en evidencia a los padres. Ya sea por quitarle importancia a algo por lo que le están llamando la atención. Ya sea por justo lo contrario, por reñir o aleccionar al niño o niña cuando sus padres lo estaban viendo y no decían nada. No tenemos por qué comulgar con el modo de educar y criar de los demás, lo que tenemos que hacer es mantenernos al margen y reservarnos nuestra opinión para cuando nos la pidan.
Cosas que es mejor evitar cuando estamos con los bebés de los demás
- Realizar actividades prohibidas. Véase darle al niño un dulce cuando sus padres no se lo dan en ningún caso. O dejarle acostarse a medianoche cuando en su casa se duerme a las siete y media. Y cualquier otra cosa similar. Nuevamente, podemos estar de acuerdo o no, pero no podemos saltarnos a la torera las normas de esos padres sin su aprobación.
- Ir de listos. Es muy humano eso de pensar que lo sabemos todo. Y a veces no nos cortamos un pelo y enseguida nos ponemos a comentar que no es normal que esa niña no camine, que ese otro ya tenía que hablar mejor, o que aquel tiene algo raro en la mirada. Salvo que estemos 100 % seguros, o de verdad seamos expertos en el tema en cuestión, o nos pregunten por ello, o sepamos que esos padres no están visitando con la regularidad que debieran al pediatra de su hijo, mejor nos lo guardamos para nosotros.
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