Las situaciones que vais a leer no hablan de una persona controladora, si no de una que necesita tener las cosas bajo su control.

A ver si me explico;
No es lo mismo una persona que conocemos como “controladora”, es decir, que quiera que se haga siempre lo que ella desea e intente controlar la vida y acciones de los demás.

Que una persona a la que le gusta tener las cosas bajo control, es decir, simplemente saber qué va a pasar sin intentar decidir cómo debe pasar, que le da paz mental conocer las circunstancias al detalle, para bien o para mal, no pretende cambiarlas, pero le gusta saber qué puede pasar sin necesidad de influir en cómo pasará.

Y como no es lo mismo contarlo que vivirlo (Bienvenidos a “21 días en los que me desquiciaré”), os voy a relatar algunos casos reales que pueden pasarte si necesitas tener todo bajo control:

  • Un cambio de planes a última hora te supondrá mal humor durante un rato (o un BUEN rato según tu nivel): Si perteneces a este tipo de personas, tener un plan para ti es bastante importante, porque te ayuda a hacerte a la idea de cómo será cada día, y si tenías un plan, con él la idea de lo que iba a pasar, y si te lo cancelan a última hora querrás matar a quien lo haya hecho (a no ser que sean causas de fuerza mayor, que tampoco somos sociópatas. Bueno, un poquito sí).
  • De viaje llevarás un itinerario totalmente calculado: Aunque luego no se haga nada de lo que planifiques. Pero si tienes un viaje programado, hasta que llegue el día te pasarás los que resten investigando todas las posibilidades del destino, descubriendo sitios de interés turístico, las mejores terrazas, los mejores bares y restaurantes, rincones con encanto, actividades… Te lees mil y un blogs de viajeros y te encargas de hacer un documento con todo lo imprescindible. Al llegar allí puede que os tiréis a la bartola, pero tú ya estás en paz con el mundo porque el plan que se improvisó mola, pero sabes que si os aburrís de él tenéis todo un Planazo B bien detallado.

  • En tu bolso habrá absolutamente de todo: Te pidan lo que te pidan tú lo sacarás de tu “peto máxico” (vamos, el bolsillo de Doraemon), cual Mary Poppins ahí puede haber desde unos simple pañuelos, a jabón de manos (esto antes del virus, que tenía su mérito), hasta una lámpara. Todo lo que necesites, tu amiga pirada del control lo llevará consigo.
  • Saber qué vas a hacer el fin de semana con muchos días de antelación: Hablar con tus amigas para ver qué vais a hacer el fin de semana a golpe de domingo previo. Normalmente el resto del mundo te mandará a paseo… No saben qué van a comer hoy como para saber qué van a hacer en 6 días. Lo mejor es cuando encuentras a alguien en el camino como tú y podéis hacer planes con dos semanas, tres, o un mes de antelación, éxtasis puro (trastornaditas que estamos, sí. Pero qué felicidad tener con quien compartir tu locura).
  • Tener pinche de cocina no siempre nos ayuda (por no decir nunca): Tú sabes lo que quieres cocinar, y siempre lo cocinas a tu manera, por lo que la ayuda que te preste cualquier buen samaritano no es lo que necesitas. Porque no hará más que estresarte el hecho de tener que estar supervisando todo. Esto se extrapola a “en lo que tardo en explicarte como hacerlo bien (bien = como yo lo hago), lo hago yo y acabo antes” en todas las tareas que acostumbras a hacer sola.
  • Ir sobre la marcha no va contigo: Que puedes liarte un día y no pasa nada, es más, posiblemente lo disfrutes muchísimo, pero por lo general intentarás tener planes para tus ratos libres, y lo de ir sobre la marcha no va contigo porque te gusta saber qué vas a hacer con antelación y aprovechar tu tiempo libre (que también puede ser estar tirada todo el día. Es un gran plan, pero es un plan).
  • Las agendas serán tus mejores amigas: Sin duda, nuestro libro sagrado. No importa cómo sea; con frases motivadoras, lisas, BUJO, semanal, extragrandes, de bolsillo… En fin, cualquier forma, color y gramaje. En ella apuntaréis todo tipo de cosas imaginables; planes básicos de cada semana, citas, clases, frases, canciones pendientes de escuchar, series pendientes de ver, facturas, cumpleaños, lista de la compra… En fin, todo sin lo que no podrías vivir sin ver escrito. Y por eso Lola siempre será mi personaje favorito de los libros de Valeria.
  • Las alarmas del móvil serán tus aliadas: No te gusta que se te olvide nada que sabes que tienes pendiente de hacer, por lo que serás “Doña Alarmas” y se reirán de ti porque tu móvil no deja de sonar cada “X” horas con recordatorios, pero cuando gracias a tus avisos ellos no se olvidan de algo ya no les parece tan descabellado.

 

En fin, que nos gusta saber qué va a pasar dentro de las posibilidades cósmicas; que sabemos que no es lo ideal, pero hay que querernos así, que también tenemos nuestras partes buenas cómo que os organicemos los viajes, tengamos a mano todos los utensilios inimaginables, o incluso os recordemos ciertas citas.

Aprendemos a convivir con el hecho de que es imposible tener el control sobre todo lo que pasa, pero qué gusto da tenerlo sobre lo que sí es posible.

Marta Freire