Hace unos 7 años pasé por un divorcio traumático, todo en mi vida iba mal, me habían despedido, tenía que pagar una hipoteca y me separé de mi pareja. De la noche a la mañana, mi vida era caótica. 

Por aquella época conocí a un chico, simpático, agradable, atractivo y tenía una vida social bastante completa, era justo lo que necesitaba alguien nuevo que me llevara a vivir experiencias. Poco a poco nos fuimos conociendo y acabó viviendo en mi casa, todo en cuestión de tres meses. A mí me vino bastante bien, estaba deprimida y su compañía era agradable, me animaba. Nos hicimos novios sin darme cuenta. Salíamos a cenar, por las tardes paseábamos por un parque cercano, hacíamos juegos en casa, le ayudé con sus estudios de adulto, siempre teníamos algún plan, algún viaje, alguna visita en casa o salidas para ver a otros amigos. Siempre estaba pendiente de mi cuando estábamos juntos, pero poco a poco empezó a desaparecer.

Yo  confiaba en él, me decía que iba a casa de sus padre y se quedaba sin batería, partidos de fútbol que se alargaban, se daban situaciones que cuando confías en tu pareja ves viables y sin importancia. Me pedía dinero, puesto que él no tenía trabajo. Cantidades pequeñas como 3 euros para pagar el campo de fútbol o 5 euros para comprarle dulces a su hermano pequeño. Todas las salidas las pagaba yo, él no tenía dinero. 

Repito confiaba en él, siempre decía que pronto iba a trabajar y evidentemente aportaría su dinero a nuestra economía. Ni que decir tengo sobre este tema que cuando comenzaba a trabajar, siempre había una pelea gorda y dejaba de hablarme durante semanas o meses, lo que le duraba el trabajo. Nunca recibí ni un euro de su dinero y cada vez yo pagaba más cosas. Ahora lo veo, en su momento era economía de pareja ahora veo manipulación de un experto.

 

Poco a poco sus amigos me fueron abriendo los ojos o lo intentaban, me peleaba con ellos porque lo que me contaban era mentira, me estaban cogiendo cariño y me hablaban desde el corazón para sacarme de estas mentiras. Ahora después de los años lo veo e incluso me he disculpado con algunos de ellos por lo mal pensada que era. Imagino que les deba pena, eso me mata por dentro, saber que era tan tonta a los ojos de los que conocían nuestra pareja.

Me contaban sus salidas de fiesta cuando se supone que dormía en casa de sus padres, sus tonteos  con muchas chicas, me enseñaron perfiles en páginas de ligar con fotos de él… tenía la comodidad del hotel en mi casa y quedaba con otras chicas que conocía por redes sociales para jugar al parchís (véase mi ironía)

 Se llevaba mi coche para estas citas, mientras a mí me decía que estaba en casa de su familia. Me sentía tan mal cuando todo saltó, lo pasé tan mal que nunca pensé que lo superaría, pensé que lo peor del mundo había sido mi separación y como me había quedado en la ruina económica, pero nunca pensé que la vida se seguiría cebando conmigo. Era una mentira y otra y otra y otra… A día de hoy puedo decir que no conozco a este hombre después de tantos años, no puedo contar algo de él que sea cierto, porque depende con quien hablas te puede decir que tiene hasta otro nombre diferente.

 Es una persona que yo idealicé por el mal momento que estaba pasando y que no existe en realidad.  Durante mucho tiempo estuvimos dejándolo y volviendo, una relación enfermiza que arrasaba con todo a su paso. Estábamos bien unos meses pero luego siempre me la volvía a jugar.

Hace un par de años dejé de tener relación con este sujeto, él sigue dando señales de vida muy a menudo de manera tan sutil que he llegado a pensar que me volvía loca viendo cosas que no existían, pero la realidad se dejar ver con el paso de los años.


Después de poneros un poco en antecedentes sobre nuestra relación, os contaré el capítulo momento anillo de boda, si os apetece continuar el culebrón puedo seguir contando está bonita historia de desamor en otro momento.

Por ahora empecemos poco a poco: 

Durante ese verano habíamos estado como nunca de estables, tranquilos, como una pareja de verdad, hacíamos viajes, ambos trabajábamos y él comenzaba a compartir conmigo, todo parecía que iba bien esta vez. Habíamos estado separados en la última pelea unos 6 meses y yo estaba conociendo a un buen muchacho, lo dejé para volver y darnos la oportunidad definitiva, evidentemente volví de nuevo a sus falsas promesas. Esta vez parecía que había sido  buena decisión, esta vez éramos felices. Esta vez como todas las otras, eran más mentiras.

Pronto llegaba la feria de mi ciudad, teníamos planes, de salir a bailar, comer en la feria con los amigos, lo normal de una pareja, con él no podías hacer planes puesto que siempre me dejaba plantada o llegaba tarde 2 horas, pero esta vez era diferente. Nunca pensé que en el primer fin de semana de feria me dejaría porque estaba conociendo a otra chica, eso fue lo que me dijo, un golpe directo, por teléfono, no dio la cara, no podía imaginarme que con lo feliz que éramos… en qué momento había conocido a la chica…. no entendía nada… 

Yo lloré y lloré toda la tarde, llamé a mis amigas y escuché lo de siempre, nunca cambiaría. Era evidente.

 Pasé la feria como pude, tenía tanto miedo de encontrármelo por la calle que no salí en todas las fiestas. 

Sus amigos cuando vieron el panorama me informaron de varias jugadas que me hizo en el tiempo que se supone que estábamos tan bien durante ese verano pasado.

Se fue a la playa a conocer a un grupo de chicas y por lo que se ve con varias de ellas hubo algo, esta era la realidad, era tan estúpida de pensar que había cambiado.

A mí me dijo y me envió fotos de sus amigos en la playa pescando y comiendo en un kebab, se dejó el  teléfono el coche que para variar estaba desconectado. Acabaron la fiesta en un after de la playa con sus nuevas amigas jugando a la botella. Lo que me explicó era que estaban muy cansados y durmieron un poco antes del viaje, por eso se les hizo tarde y volvieron al día siguiente.

¿Encontramos las 7 diferencias? Me sentía tan ridícula, que no salí de casa durante semanas de la vergüenza. 

 Comentaron que también llevaba varios meses con la chica por la que me había dejado, tenían amigos en común e incluso habían estado juntos en la piscina, yo de esto no sé ni cómo ni cuándo... solo puedo decir que atando cabos no había ido conmigo a una conferencia para no encontrarse con las amigas de ella y que lo vieran conmigo. Hubiera sido divertido vernos allí los 3 y un poco vergonzoso, pero es cuidadoso para no hacer coincidir a sus «chicas».

Después de pasar toda la feria de fiesta e imagino que con esta chica, se presentó en una cafetería donde yo estaba tomando algo con un amigo suyo, básicamente salí corriendo hasta casa, me la había jugado, su amigo estaba explicándome lo mucho que me echaba de menos, que estaba muy mal y que todo había sido un error, cuando apareció por la esquina. 

Me cogió en la puerta de casa antes de entrar y subimos porque lo que menos quería era un drama con mis vecinos de espectadores, los dramas tienen un precio ¡Nada es gratis!

Me pidió perdón, hablamos sobre mentiras por aquí, mentiras por allí, lanzarnos mil cosas en cara, lloros varios, decepción, aburrimiento de lo mismo una y otra vez son  las palabras que resumen aquella tarde, la verdad que nos dimos el lujo de una buena y patética discusión.

Estaba dispuesta a echarlo de mi casa, no podía seguir  ¡ya era demasiado! Cuando se puso de rodillas y me sacó un anillo. 

No daba crédito, esto no podía pasar, se estaba arrepintiendo, nunca había pensado este momento con él, me descolocó de tal manera que escuché sus cosas bonitas, leí su carta de amor y volvimos de nuevo. Lo sé, todo lo que penséis lo sé también yo, se llama dependencia emocional. 

La felicidad duró poco esta vez, solo un mes.  Se acostó esa Nochevieja con otra ex novia y me dejó tirada, no apareció en mi fiesta de cotillón como habíamos quedado.  

Lo mejor no es esto, lo de acostarse con alguna era algo evidente a largo plazo, creerme que lo mejor es cuando se llevó el anillo que me había regalado para arreglarlo y nunca me lo devolvió. 

Pregunté por mi anillo en varias ocasiones, pero la joyería siempre estaba cerrada, el chico tenía mucho trabajo o se había olvidado de donde la había guardado.

 El anillo quedó olvidado hasta 2 años más tarde que apareció de nuevo para regalármelo otra vez. Era el mismo anillo sin arreglar, con otra nota de amor tóxico después de anunciar mi compromiso con otro chico.

 

Aketchita