CUANDO ES EL LIBRO QUIEN TE RECOMIENDA A LA PERSONA 

 

Como cada tarde lo veo subir al metro, él no repara en mí, se sienta con su libro entre las manos y sus auriculares puestos.

Me gustaría saber qué canción oye y si es su favorita. Siempre he pensado que el tipo de música que uno oye dice mucho de nuestra personalidad, igual que el tipo de libros, pero eso sí es más fácil de adivinar ya que desde aquí veo la portada, y es lo que hizo que reparar en él por primera vez.

“La cara norte del corazón” de Dolores Redondo, un chico con buen gusto al que le gusta el suspense con un poco de esoterismo, claro que anteriormente llevaba “Yo Julia” así que también le gusta la novela histórica.

Hoy no hay ningún asiento libre a su lado, así que me quedo donde estoy, aunque otras veces he tenido la osadía de sentarme a su lado para así poder olerle e incluso rozarle con la pierna, pero nunca me he atrevido a hablarle y no creo que él se haya fijado en mí.

He llegado a pensar qué pasaría si llamase su atención de algún modo, un desmayo fingido o un tropezón a sus pies, pero retiro esa idea inmediatamente ya que soy una actriz pésima y acabaría haciendo el ridículo en el vagón.

Sé que por lo que cuento parezco una acosadora, pero para eso tendría que tener la valentía de hablarle y no soy capaz.

Martina, mi mejor amiga, me anima a ello e incluso se ha ofrecido a venir una tarde a recogerme a la salida de la universidad para coger el metro conmigo y así hablarle ella y hacer las presentaciones. Pero por un lado temo que diga que no y me deje al descubierto, no podría recrearme en él durante el viaje.

Me gusta observarlo sin que se de cuenta e imaginarme como es su vida fuera de aquí.

Hay días que es informático friki fan de Naruto como yo, otros un profesor de infantil de esos que los niños adoran porque les choca la mano a todos tal como van entrando en clase y después les canta canciones con su propia guitarra.

También sé que probablemente, si algún día lo conociera, no sería tan perfecto como lo es en mis pensamientos, siempre he sido un poco fantasiosa y tiendo a idealizar a las personas, pero no puedo resistirme a hacerlo con él.

Me acaba de pillar mirándole, y me ha sonreído, ha sido solo un segundo ¿lo habré imaginado? Inmediatamente ha devuelto su atención al libro que lleva entre sus manos, pero no lo he imaginado porque ha vuelto a mirarme y esta vez su sonrisa ha sido aun mayor y me la ha contagiado.

Se ha levantado, aún queda algunas paradas antes de que le toque bajar. Si, lo sé de memoria.

 Viene hacia mí.

-¿Nos conocemos?- me pregunta aun sonriendo

Yo me quedo sin saber muy bien que decir.

-No, me ha llamado la atención el libro que lees- balbuceo nerviosa, es lo primero que se me ocurre para no decirle que lo conozco desde hace meses que subimos al mismo vagón del metro.

-¿Lo has leído?-niego con la cabeza-Pues deberías, esta autora es maravillosa.

-He leído otros de ella, pero no ese- le miento para seguir con la conversación, los he leído todos de ella. Se me van pasando los nervios- La saga del Baztan.

Veo que sonríe aún más y empieza a hablarme de libros, casi todos de thriler policiacos y de novela negra. Le sigo la conversación hasta que llega a su parada y me dice que tiene que bajar, que espera que coincidamos otro día.

Y así sucede, coincidimos todos los días, de lunes a jueves. Ahora cada vez que sube se sienta a mi lado o se queda de pie junto a mí.

Se llama Javier y es estudiante de filosofía, pero acerté en lo de friki y en que es perfecto, perfecto para mí.

Un jueves me invita a cenar para el sábado siguiente y aquí comienza nuestra historia, aún sin final.

Una relación en la que se podría decir que fue el libro el que nos recomendó a la persona.

 

Toñi Delgado

toni_delgado__