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Todos conocemos el sueño americano, pero por si todavía no lo tienes claro te traigo la descripción del historiador James Truslow Adams, que lo define como: “La vida debería ser mejor y más rica y más llena para todas las personas, con una oportunidad para todo el mundo según su habilidad o su trabajo, independientemente de su clase social o a las circunstancias de las que proviene.”
¿Y a qué viene esto os preguntaréis? Porque al final esta serie trata de eso. La nueva obra de Ryan Murphy cambia la historia que conocemos de Hollywood. Ahora, todos los marginados que no entraban dentro de los estándares sociales se convierten en las estrellas de la industria.
La serie está centrada en la productora Ace Studios, donde todas las personas que sueñan con ser actores se reúnen en sus puertas para probar suerte como figurantes. Podremos seguir los pasos de diferentes personajes, con diferentes situaciones y diferentes puestos, desde productor ejecutivo, actor, guionista o director de cine.
Eso sí, no es todo tan bonito como nos pueda parecer, para conseguir llegar a sus sueños o como mínimo acercarse a ellos, algunos de nuestros protagonistas tendrán que pasar por la prostitución para sobrevivir y otros tendrán que aceptar ser el objeto de deseo de un hombre poderoso.
Seguramente habéis leído alguna otra crítica que dice que esta serie romantiza la prostitución. Al respecto, sólo puedo daros mi opinión. No creo que se romantice, se está contando una parte de la verdad de una industria poderosa en la que se juega peligrosamente. Más bien podría tratarse de una crítica.
Un ojo observador que nos muestra lo que nosotros no queremos ver, la parte oscura de una historia llena de lujos. Hace relativamente poco, todas nos llevamos las manos a la cabeza, cuando algunas actrices y algunos actores, sacaron a la luz y denunciaron los acosos que habían sufrido. La historia de Hollywood, del cine en general, está llena de ellos.
La serie nos está contando cómo algunos seres poderosos se aprovechan de los sueños de otros para conseguir dinero o favores. Por mucho que nos duela a nosotros, por mucho que le duela a la industria, esto es un hecho.
Volvamos a la parte bonita de la serie.
¿De dónde vienen estos cambios? ¿Quién podría ser el motor para que sucedan? Los protagonistas luchan por ellos. Pero la realidad es que, sin apoyo, lo que los actores quieran no vale de nada. Por eso la mano ejecutora, la persona que decide actuar con valentía para cambiar el panorama, con muchas dudas por su parte como es lógico, es una mujer. Un pedazo de mujerón (con sus cagadas incluidas) la que decide pasarse los estándares por el forro y convertir la industria del cine en lo que siempre tendría que haber sido, multicultural, abierta y un faro a seguir.
Si tu sueño es el cine o te gusta la industria, si cuando escuchas Rock piensas Hudson, si para ti el cine significa la oportunidad de cambiar la visión del mundo, no te pierdas esta serie.
Desoye las críticas negativas y las positivas. Entra en Netflix y dale al play. En tu mano está decidir si Hollywood se merecía esta historia.
