En este artículo quiero hacer una especial mención a esas jefas que se cruzarán con el karma en algún momento de su vida. A esas hijas de su madre que no hacen sino amargarte la vida por voluntad propia. Que se paran a tocarte los ovarios a lo grande, con dos manos.

A ellas, con las que sueñas cosas innombrables. A esas mujerazas empoderadas que de poder y de mujer no tienen nada. A ellas, que no tienen valentía ni capacidad de luchar, sino temor a ser descubiertas en su real tamaño en miniatura y disparan antes de que empiece la guerra. A ellas, que consiguen amargarnos la vida, quitarnos las ilusiones y robarnos el alma. Este artículo va por vosotras, por todas esas jefas que nos hacen la vida imposible.

Pues os diré una cosa señoras: existe algo que se llama Karma. Así que chicas, voy a desahogarme a lo grande y sé, que vosotras, os quedaréis a gusto también.

Vamos a ver, no somos monos de feria, no somos un punching ball con el que desahogar tus frustraciones, tampoco somos niñas, somos adultas, profesionales en nuestro sector que saben lo que hacen, no somos tontas, no nos expliques las cosas como si lo fuéramos.

Tenemos sentimientos, como tú, imagino, por lo que ten cuidado con lo que dices, nunca sabes cómo pueden afectar a una persona tus palabras.

Si nos han contratado para trabajar contigo, por algo será, no menosprecies nuestro trabajo, puede que seamos mejores de lo que te piensas o incluso, lleguemos a tu altura. No nos pisotees darling, recuerda que nosotras también llevamos tacones de aguja. 

En cuanto veas que nos tienes hasta el toto, no sigas amargándonos la vida, somos conscientes de que el trabajo puede ser difícil, duro y complicado, pero no hace falta que lo empeores tú cuando nos veas un poco más de bajón, diciéndonos que la vida es así y que hay que aguantarse. Recuerda que en algún momento, TÚ TAMBIÉN HAS SIDO BECARIA, HAS TENIDO DUDAS Y HAS QUERIDO MORIRTE CON TU JEFE. Ahora no seas tú la que jode a los demás.

Este artículo va de parte de todas nosotras, de todas a las que alguna vez habéis subestimado, con las que habéis trabajado y a las que nunca valorasteis. Ahora somos nosotras las que tenemos las riendas de nuestra vida y no nos vais a pisotear.

Os quiero decir que todo lo que va, vuelve. Que “a todo cerdo le llega su San Martín”, que nadie se va de rositas en esta vida. Procura ser mejor persona, sobre todo si tus compañeras de trabajo son mujerazas fuertes y poderosas, que quieren comerse el mundo. No intentes comértelas tú cariño, entre nosotras debemos apoyarnos, no putearnos.

El karma existe por algo. Puede que creas en él o no, me da igual, no es necesario hacerlo para que la vida te devuelva todos los males que hiciste. Y algún día nos volveremos a cruzar. Pero créeme corazón, que si llega el caso, desearías haberte encontrado con el karma primero.