DESCUBRO QUE MI HERMANO ES HOMÓFOBO EN UNA COMIDA FAMILIAR

Nunca tuve mucha relación con mi hermano. Tampoco es que no lleváramos mal. De pequeños éramos los típicos hermanos que o bien se lo pasaban en grande jugando juntos o bien acababan a patadas.

Después llegó su adolescencia y todo cambió, empezó a encerrarse bastante en su habitación con el ordenador, y a encerrarse también en sí mismo. No nos contamos muchas cosas, hablamos alguna vez sobre cosas específicas, como alguna nueva peli que haya salido y que queremos comentar.

Pero nunca entramos en temas más personales como qué tal nos va en el trabajo o en nuestra vida sentimental. A veces pienso que realmente no nos conocemos mucho, cosa que se me reafirmó el otro día en una comida familiar con tíos y primos. 

homófobo

Ahora en verano es más fácil que coincida toda la familia, por lo que este tipo de comidas se incrementan en comparación con el resto del año. Fuimos a un restaurante al que solemos ir siempre que vienen mis tíos, dispuestos a pasar un rato agradable. Y así fue, hasta que mis tíos empezaron a tocar temas delicados.

Si estás rodeada de personas de más de 40 años y estas empiezan a hablar de feminismo o del colectivo LGTBIQ+,  un consejo: HUYE. 

Resulta que uno de mis tíos es un poco… carca. De estos que defienden que tiene que volver la mili, que está muy de acuerdo con la igualdad entre hombres y mujeres pero que el feminismo es una pérdida de tiempo y dinero. Eso sí, no ha limpiado un plato en su vida.

Pues este tío tan maravilloso que tengo, el cual se dedica a dar clase en la universidad, empezó a quejarse de lo harto que está de hacer los cursos de perspectiva de género que le impone la universidad. Ahí ya se me empezó a hinchar la yugular, pero decidí no meterme en la conversación.

Lo que me sorprendió es que mi hermano, que estaba escuchando atentamente, le dio la razón. Era homófobo

De ahí la conversación derivó a hablar de las personas homosexuales y trans, y es entonces cuando escucho salir directamente de la boca de mi hermano que él no entiende cómo hay tanta gente homosexual, que cada uno haga lo que quiera, pero que cree que mediante propaganda en películas y series nos están metiendo en la cabeza que nos tienen gustar personas de nuestro mismo género, que no están manipulando. Homófobo.

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Por no hablar de las personas trans, que no puede ser que no tengamos claro lo que somos, que o eres hombre o eres mujer, pero no puedes decir que te sientes algo que realmente no eres.

Y demás barbaridades que prefiero no recordar. Y todo esto mi hermano, una persona de 30 años que se rodea de gente muy diversa. Me pregunto si le dirá lo mismo a sus amigos gays o simplemente finge ser alguien que no es. 

Me sorprende que, viviendo en la misma casa, teniendo básicamente la misma educación, hayamos salido tan distintos. Cuando escuché todo esto, casi reviento. Pero, por mi salud mental, decidí no abrir la boca.

Normalmente, ante este tipo de comentarios, enseguida suelo salir a defender mis ideas, pero por experiencia, sabía que con mi hermano la conversación podía acabar muy mal. Ya habíamos “debatido” sobre otros temas anteriormente, y siempre acabamos discutiendo.

Sabía que éramos muy distintos, que teníamos ideas diferentes y formas de ver la vida dispares. Pero jamás pensé que mi hermano fuese un homófobo y tránsfobo. Creo que hasta mis padres con casi 60 años son más abiertos y tolerantes que él.

La verdad es que para mí, presenciar esa conversación, ha sido bastante decepcionante, pero al menos ahora ya sé qué clase de hermano tengo.

 

LOVELY RITA