Yo nunca he sido muy de creer en estas cosas, de hecho es como que las respeto, pero poco más. En casa de mis padres hemos sido ateos desde siempre, nunca hemos hablado del ‘Más allá’ y cuarto milenio nunca ha sido lo mío. Siempre me ha dado morbo escuchar las típicas historias que se cuentan de campamento, una noche de botellón raro y esas movidas, pero nunca me las he terminado de creer, es como ‘si están ahí vale, pero yo prefiero no saber nada’.

Pues bien tengo una nena de tres años, estoy separada y mi madre me ayuda a cuidarla cuando me voy a trabajar, estuvimos discutiendo si el guardería o ella durante mucho tiempo, pero nada, la practicidad ganó la partida. Ella está jubilada, tiene tiempo libre, ama a la peque y así me ahorro unos eurillos que muy bien me vienen.

El caso es que la pequeña vive la mitad del tiempo en casa de mis padres, bueno, de mi padre porque mi señor padre falleció hace este verano 10 años. De hecho alguna vez mi madre nos ha planteado la idea de irnos a vivir las dos con ella, pero no, aunque se me haga raro vivir sin mi ex marido sigo prefiriendo mi independencia, mis cosas, yo en mi casa y mi madre en la suya. Pero siempre que estamos ahí Paula hace cosas raras, siempre hemos pensado que son cosas de niños, que juega con amiguitos invisibles y movidas varias que yo me he querido montar en mi cabeza para justificarme cualquier cosa antes que asumir que mi hija ve a mi padre.

Mi padre siempre estaba sentado en un sillón frente a la ventana, le flipaba ver ahí Saber y ganar, películas del oeste y Pasapalabra, tres cosas que no se perdía jamás. Pues el caso es que cada vez que la niña está en el salón siempre mira hacia el sillón y le habla, cuando era más pequeña que no sabía casi pronunciar palabra pues podíamos permitirnos hacernos las locas, pero ahora que ya habla perfectamente para que la podamos entender pues no podemos ignorar que habla con su abuelo.

Ella juega y le habla como si él estuviera jugando con ella, ‘que no, que así no, que la mamá soy yo, tú eres el papá’; ‘jolin, es que no sabes jugar, quita que ya lo hago yo’ y de las peores cuando nos dice a nosotras ‘decidle que pare de mirarme, hoy no voy a jugar con él’. Sé que es mi padre, pero qué queréis que os diga, yo me cago. Mi madre intenta convencerme de que no, de que aunque lo viera no le va a hacer nada a la niña, pero a mi ya no me preocupa que lo vea a él, me preocupa que pueda ver más cosas que yo no y no sepa protegerla de algo que no sé ni qué es.

Tengo muchísimo sentimientos encontrados porque no sé qué hacer, si dejar de llevarla a casa de mi madre y apuntarla a la guarde, aunque joder, si a quien ve es mi padre cómo voy a hacer eso; no sé si llevarla a que la vea alguien que controle algo del tema y que hable con ello o yo qué sé, porque la otra opción era investigar yo misma y mira no, en internet hay tantas movidas al respecto y dan TAN mal rollo todas que es casi peor que cuando te metes en Google y pones ‘me duele la nariz’ y mínimo te pone que mañana te mueres de una enfermedad terminal. Lo he intentado también yendo a hablar con gente en persona y mira… No sé si es porque soy reticente a entrar en ello, pero me parecen todos unos charlatanes saca cuartos.

En esas estamos, tengo miedo y no sé bien ni por qué.

 

Anónimo