Cuando te empiezas a recuperar de una relación larga de esas que necesitan muchos domingos de sofá viendo Bridget Jones, llega el momento de enfrentarte a eso que has dejado de lado durante todo tu proceso de desintoxicación amoril: La soltería. Eso de conocer gente, follar si te apetece y no buscar más que un presente. Pero, ¿qué pasa cuando llevas tanto tiempo estando enamorada que se te ha olvidado cómo estar soltera? Que te da pereza. Mucha pereza. Te sientes como tu madre diciendo “me renta, en verdad”: completamente fuera de lugar.
Hay cosas que ni te gustan, ni las entiendes…porque eso en tu época no era así.
-Tinder, el catálogo de Reyes del Alcampo
Yo me hice la app para probar, en un arranque de querer ser “normal” y JO-DER. Quitando que juzgar a una persona por su físico me parece una gilipollez, porque el atractivo de alguien es mucho más que eso, me he llegado a encontrar con cada persona que dices: ¿cómo es posible que no hagan un psicotécnico pa’ entrar aquí? Y ¿qué coño les pasa a los tíos con las fotos, que parecen siempre las mismas personas pero con caras diferentes?
-Las normas de instituto
Ese “no le hables todo el rato, que pierde el interés”, “si no te habla, no le digas nada”, “no parezcas desesperada”, “espera diez minutos antes de contestarle al mensaje”… ESO. UFF. Sí, son todo gilipolleces, pero lo peor es que mucha gente las lleva a rajatabla. Si te gusta alguien y te apetece hablar, habla. NADA es tan complicado.
-Las “mentiras bienqueda”
Hay tíos que solo quieren follar pero te vienen con el rollo de que “quieren conocerte”. Ya, claro. En el sentido bíblico, porque una vez pasa, desaparecen. Eh, chavales, sólo una puntualización: a nosotras también nos gusta follar y ya está, no hace falta que nos bajéis la luna pa’ llevarnos al huerto. Las cosas claras y el chocolate, espeso.
-La cadena de decepciones
No sé cómo, pero parece que, cuando vuelves a la soltería, se te ha olvidado eso de que antes de conocer a alguien maravilloso, te vas a llevar hostias como panes por todas partes. Y jo-der si lo vuelves a aprender. Conoces gente, te ilusionas un poco, te dejan plantada de doscientas maneras. Te hacen un ghosting que ya les gustaría a los de Expediente Warren. Vamos, que en solo unos meses conoces capullos para todo 2019.
En definitiva, sí, da mucha pereza volver al ruedo, pero es una experiencia que te enseña mucho. Estás tú, mujer empoderada, sin darle explicaciones a naiden, aprendiendo lo que te gusta y lo que no. Echándote unas risas, botella de vino en mano, hablando de los tíos que has conocido y de las mierdas que has vivido. Lo demás, ya se verá. A lo mejor, hasta le coges el gustillo.
