Todo el año esperando a que salgan los rayos de sol y llegue el caloret, la calocha y todos los derivados del calor y del buen tiempo, pero chicas, está claro que nada en este mundo está libre de mal y que por muchas ganas que tengamos de pescar vacaciones y torrarnos en la playa la desgracia es como dios, está en todas partes.  Yo este año ya he ido tres veces a la playa y siempre me pasan las mismas mierdas, de verdad que no sé cómo lo hago, y pienso, “¿a las demás también les pasa o soy yo que atraigo el drama?”. Pues vamos a ver si vosotras también tenéis estos “problemillas” cuando ponéis un pie en la arena.

  • Haberte depilado mal. Las que nos depilamos con cuchilla en la penumbra de nuestra ducha pensamos que lo hemos hecho de putis madris, pero luego te sientas en la toalla con tus piernas estiradas y empiezas a ver grupos de pelos aislados, pelos más negros que los cojones de un grillo y no estás ni depilada ni sin depilar… Hola desastre.

 

  • Niños peones de obra con sus excavadoras tirándote la arena encima. A mi los niños ni fu ni fa, me gustan lo que viene siendo para un rato aunque a decir verdad me gustaría tener alguno en futuro. Ganas que se me quitan sistemáticamente cuando se me ponen alrededor dos o tres con toda su maquinaria pesada a tirarme arena encima. Y joder, sus padres están a su fucking bola y no les dicen nada.

 

  • Topless sin querer. Ir a la playa y no bañarme es para mí como venir a Bilbao y no ver el Guggenheim. El agua es mi puta pasión, me tiro de cabeza, me sumerjo bajo las olas, como una niña pequeña vamos. Eso sí la teta la enseño siempre porque con las olas que tenemos en el norte y estos bañadores que no sé qué les pasa que no se ajustan bien o qué solo me queda rezar para que no haya un grupo de tíos al lado mío.

 

  • Lo de la arena ya es otra historia. Llegas y te aposentas cuidadosamente para no embadurnarte. Te echas crema (muy importante) y ya, ya estás llena de arena hasta por el potorro. Luego cuando me ducho en casa siempre me hago la misma pregunta de cómo concho se me mete la arena en el culo y en el chocho, es que está bien incrustadita ahí abajo, no es algo superficial.

 

Y entonces, ¿soy la única loca con estas desgracias playeras o hay alguna más por ahí? Eso sí a la playa de cabeza eh, merecen la pena estos pequeños sufrimientos con tal de cazar sol y nadar en el mar.

Irene M. Alonso