Hace un par de años decidí que quería hacerlo, pero nunca he sido demasiado valiente con estas cosas.

Entonces, no hace mucho, mi abuela mientras se quitaba el delantal y yo acababa de fregar los platos en su pequeña cocina roja, me dijo: Tata, cuando tu abuelo se murió, yo tuve que aprender a hacerlo todo sola, sentí mucho miedo, pero decidí que tenía que salir para adelante porque con el miedo no se va a ninguna parte, y tú tienes que hacer lo mismo.
Mi abuela siempre ha sido muy sabia.
Una operación de supuestamente 3 horas (la mía en realidad duró bastante más)
¿Fue por estética o fue por salud?
Esto me lo preguntan mucho.. Cuando llevas 25 años siendo la de las tetas que parecen ubres, tus problemas de espalda, de riñones, de cervicales por el peso casi dejan de tener importancia, porque los problemas de autoestima, de escuchar comentarios que ojalá no hubieras escuchado, tu salud mental comienza a pesar más que la física.
Lo primero que me comentó el doctor, debo corregir, EL GRAN DOCTOR que me operó, fue sobre la problemática de las cicatrices. Mucha gente tiene terror a esas marcas que nos quedarán de por vida.
Fue ahí cuando me di cuenta de que me daban igual las cicatrices, el postoperatorio de un duro mes y medio, el dolor… no tenía importancia para mi.
Solo tenía un miedo inexplicable a entrar en quirófano, y todo lo que ello podía conllevar.
Fue entonces cuando entendí las palabras de mi abuela, jamás podré querer a alguien como la quiero a ella.
Y me operé, el 18 de noviembre de 2020 a las 15:10. Ese día me cambió la vida.
Ahora me miro y me veo, ahora me quiero más, ahora no importa todo lo demás.
Que importante es sentirte bien con tu cuerpo, que importante es valorarte y decidir que si tienes un problema y tiene solución, puedes tomar las riendas, tú puedes hacerlo todo.
Supongo que necesitaba contarlo
Y aquí estoy.
Ahora mi cuerpo es mi cuerpo, y lo quiero, con cicatrices, con estrías, con sus kilitos y con lo bien que me quedan ahora mis vestiditos.

@denisbp