El dinero que tienes es algo tan personal como tus bragas 

 

Es muy probable que a todos nos hayan pedido dinero prestado alguna vez, y con toda seguridad, también nosotros nos hemos visto en la necesidad de pedir ayuda económica a un amigo o familiar. Pero, cuando el que te pide dinero no es un amigo íntimo, sino un simple conocido, el primer impulso es decirle que no. 

Un amigo muy cercano o un familiar seguramente conoce tu situación personal, y si te pide dinero es porque sabe que se lo vas a poder dejar. Pero, ¿un conocido? ¿Qué sabe de tu economía?

El otro día me encontré con esta situación: una compañera de trabajo me pidió dinero para pagar el seguro del coche, no se acordaba de que le venía este mes y no tenía el dinero guardado. Lo primero que pensé fue: ¿No tiene un familiar que le deje ese dinero en vez de pedírmelo a mí? Y lo segundo que se me vino a la cabeza fue que el dinero es algo muy íntimo y personal. Como nuestra ropa interior. Y que los demás no debería disponer de esto a su antojo. 

La gente puede intuir que, por tu situación laboral, tienes un buen trabajo, no tienes hijos o cargas familiares, o por lo que sea, estas montada en el dólar, pero puede que no. Igual se creen que gastas tangas de Victoria Secret y resulta que vas con unas bragas de mercadillo. 

A nadie le importa lo que tú tienes en el banco, igual que tampoco le importa las bragas que usas. Puede que no lleves bragas, o que lleves una descoloridas y llenas de agujeros. O que prefieras llevar una braga faja antes que una braguita brasileña. En cualquier caso, es algo muy íntimo. 

Seguramente la gente que te conoce bien sabe que te gusta llevar tangas negros de encaje, o bragas de Hello Kitty, pero nunca te las han visto, sólo saben lo que tú quieres que sepan, lo que tú les has contado. Pues con el dinero pasa lo mismo. Es mejor que nadie más que tú conozca la cantidad que tienes en el banco, si tienes ahorros o estás en numero rojos. Porque la gente cuanto más sabe, más juzga y critica. Y si saben que tienes dinero ahorrado te lo van pedir, aunque tú tengas ese dinero guardado para un capricho, un gasto imprevisto o porque están pensando en comprarte una casa o un coche. Cuando saben lo que tienes se creen con el derecho a pedir dinero prestado. 

Dejar dinero es algo muy peliagudo. Cuando un amigo te pide dinero tienes claro desde el principio que vamos a tener problemas, si le dices que no se lo puedes prestar, seguramente no se lo tomará nada bien. Y si se lo dejas, te arriesgas a que jamás te lo devuelva y entonces en cuando pierdes tu dinero y la amistad. 

A veces es mejor una mentira a tiempo que perder tu dinero. Si la persona no conoce tu situación financiera, lo mejor es decirle que no puedes prestarle esa cantidad porque tú tampoco dispones de ella. Total, no tiene manera de comprobar si llevas bragas Oysho o del puesto del rastrillo de tu barrio.

Raquel Acosta