¿Cuántas veces os han dado el superconsejito del día? Deberías adelgazar, te lo digo por tu salud… Ay amigas…hasta el monte de Venus me tiene esta frasecita hecha. Que da igual que te la diga un tornero-fresador o la florista de tu barrio, ellos saben más sobre tu salud que tú misma.
Y todo esto viene porque ayer, mientras estaba por las redes ojeando las noticias del día (y los cien vídeos diarios que me manda mi suegra de gaticos, pa qué engañarnos) se me vino a la mente EL CONSEJO al aparecerme una noticia sobre el cambio físico de Rosa López.
Ya solo el título nos avanza cual es el mayor peso de la noticia: “El impresionante cambio físico de Rosa López que ha dejado atónitos a sus seguidores”.
En el artículo se empieza comentando el cambio de profesión de Rosa después de anular su contrato con la discográfica en la cual ha estado desde que salió de OT. Hasta ahí bien, tampoco llevamos mucho leído. El meollo empieza cuando el texto trata el cambio físico que ha sufrido la cantante; hablan de que ha debido variar su dieta basada en legumbres y verduras (a mí me quitas el jamón y no respondo) y sus tablas de ejercicios, y que este cambio la ha dejado guapísima. Aquí fue donde ya me quedé ojiplática, pero no acaba aquí, después incluso nombran que Rosa siempre ha tenido muchos complejos de los que se está intentando deshacer…
Vamos, que nos da igual si Rosa ha adelgazado porque está pasando un mal momento o porque se odia a si misma, lo importante es que ha adelgazado y AHORA sí que está guapa, no como antes.
Aquí es donde te das cuenta de que la sociedad cambia tan lentamente que casi ni se nota. Seguimos en ese bucle de que la gordura nunca puede ser bonita, ni mucho menos sana. Nadie se preocupa de lo que hay detrás, que puedes tener una analítica para enmarcar en el salón junto a la foto de tu primera comunión que dará igual, siempre te dirán que vas a acabar infartado/a o garrapiñado/a por tus niveles de azúcar en sangre. A los demás no les importa que estés pasando por un mal momento en tu vida, si adelgazas esa época te sentará de maravilla, pero si engordas es porque te hinchas a comer porquería y te estás dejando (ambas perlas me las han dicho en alguna ocasión “por mi bien”). Solo importa el físico, nunca lo que hay detrás. Cuando veo nombrar los complejos en esta noticia, solo pienso en que todos los complejos por los que he pasado en mi vida me los habían creado otras personas, hasta tal punto de odiar un espejo. Y esto está más aceptado por la sociedad que el hecho de que alguien rompa los cánones y sea diferente al resto.
Pues mira, prefiero ser única y diferente al resto, ir al revés de todo el mundo, ser yo misma y quererme tal como soy. Me ha costado 27 años empezar a aceptarme, y en ocasiones necesito recordármelo, pero siempre estaré orgullosa de la persona que soy.
