BUENO, BUENO, BUENO. SEÑORAS MÍAS QUE HE DESCUBIERTO LA AMÉRICA DEL SEXO Y ESTOY SEGURA DE QUE HASTA CRISTÓBAL COLÓN ENVIDIA MI HALLAZGO. 

 

Bien, como señora experta en usar juguetes en el terreno sexual, asidua a las compras sexopiles y reina y señora de mi santo chochamen os tengo que decir que sí, que lo he descubierto, que lo he encontrado, que ha llegado a mi vida y que nunca más volverá a salir de ella.

Se llama Diva y hace que me corra viva. Y a mi novio también.

Bien, Diva es un señor juguete mágico de la vida, conocido también como ‘masajeador de clítoris‘, que de hecho, a modo de curiosidad os diré que la primera vez que salió al mercado fue bajo el nombre de ‘masajeador de espalda’, pero nosotras, las mujeres expertas en buscar más usos a los objetos, pensamos que reducir su función a la de masajear única y exclusivamente la espalda… Pues como que no.

Este señor juguete me lo mandaron mis queridos y amados amigos de Platanomelón, tiene batería, no va a pilas, se carga en tu señora pared junto a tu móvil y está dispuesto a vibrar más rápido que tu culo cuando suena la gasolina.

De verdad, de corazón os lo digo, me ha sorprendido muchísimo este juguete para bien, para muy bien, básicamente porque no únicamente lo he usado yo sola en plan yo, mi, me, conmigo. Lo usé el otro con mi señor novio, mientras estábamos ahí dándolo todo a lo loco y joder qué puta pasada.

Yo estaba a cuatro patas, él me estaba dando lo mío y lo de medio planeta y entonces enganché a Diva por banda, me la apoyé en mi clítoris y en cuestión de TRES SEGUNDOS:

Pero claro, después de haberme corrido like la reina que soy, pues decidí hacer ruta con ella, seguí el camino desde mi clítoris hasta el cuerpo de mi señor novio, avancé y avancé hasta apoyarlo, simplemente apoyarlo, en su señor culo, en todo su ano, mientras me estaba dando traca traca.

Amigas mías, no lo he escuchado motivarse tanto en mi santa vida, de verdad os lo juro y os lo prometo, por lo que más quiero en el mundo, que probablemente sean Carlile y Diva ahora mismo.

Pues bien, nosotros seguimos ahí dale que te pego, una escena de lo más romántica: un ratito para ti, un ratito para mí. Joder, qué maldita maravilla de polvazo echamos, de verdad os lo digo.

Aún tenemos que investigar muchísimo, pero vamos, estamos hiper contentos, él desde luego, es la primera vez que encontramos un juguete con el que realmente goza, al acabar, de hecho, me dijo: ‘joder, creo que es el mejor polvo que hemos echado nunca, ¿no?. YO DIGO SÍ.

 

Anyway, más allá de las peripecias con mi novio, os diré que yo a esta señorita la he usado para mí solita, en la cama y en la ducha, me he sentido como la jodida Samantha Jones, porque queridas, no sé si lo recordáis, pero Samantha tenía a Diva, pero a la antigua. La diva que venden los chicos de platanomelón es como la mejor versión del juguete ever en la life.

Ya publicamos el otro día en los stories de instagram de WLS lo preocupante que es el tema de las mujeres y su vida sexual, lo escandalosas que son las cifras, lo deprimentes que son los porcentajes:

  1. El 50% de las mujeres sexualmente activas alguna vez en la vida han tenido que fingir un orgasmo.
  2. El 30% de ellas NUNCA han tenido un orgasmo.
  3. El 76% de las mujeres afirman que para poder llegar al orgasmo necesitan estimularse el clítoris.

Así que por favor, mujeres del mundo, vamos a normalizar la masturbación femenina, vamos a comprarnos juguetes, vamos a pasar tiempo con nosotras, vamos a vivir nuestra sexualidad elevada a la máxima potencia, vamos a dejarnos ser nosotras mismas.

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