Tenía 18 años y estaba en mi primer año de universidad. Imaginaos el percal: una adolescente salidorra y soltera viviendo en un piso de estudiantes en Salamanca, que es la ciudad de fiesta por excelencia. Entre fiesta y fiesta conocí a un chico del que me enamoré locamente. Sentí una conexión instantánea con él y durante varios meses estuvimos quedando, acostándonos y haciendo vida de pareja sin ser pareja.

Me contó secretos e intimidades y yo me abrí a él. Nos contamos nuestros miedos y todas las cosas que se nos pasaban por la cabeza, pero había una barrera. Cuando hablábamos de sentimientos él evitaba la conversación. Se iba por las ramas y soltaba topicazos tipo “estoy disfrutando del momento…”, “no pensemos en lo que pasará mañana…” o “eres una chica especial…”. Algo iba mal y lo hablé con mi mejor amiga, que era tan inocentona como yo y me dijo lo que quería escuchar, pero no lo que necesitaba:

«SEGURO QUE LE GUSTAS, PERO ESTARÁ CONFUNDIDO.»

Resulta que no le gustaba y tras unos cuantos meses de rayadas y sufrimiento abrí los ojos. No sé qué me pasó, pero un día dije “hasta aquí” y le dije que no quería saber nada más de él, que necesitaba a una persona que sintiese lo mismo que yo y que no me marease. No le juzgué. Creo que en el fondo estaba hecho un lío, pero no fue del todo sincero conmigo y eso me dolió. Tiempo después volvió y me dijo que estaba enamoradísimo de mí y que quería volver, pero antepuse mi amor propio.

Ahora ha pasado muuucho tiempo y me he dado cuenta de una cosa: qué bien me habría venido el foro de WeLoversize en ese momento. Por eso os traigo el mejor consejo del universo para saber si realmente le gustas a un tío, para que no te mareen como me marearon a mí:

Si le gustas lo sabrás, si no le gustas vendrás al foro de WeLoversize a preguntar.

Es una regla infalible y oye, desde que la aplico a mi día a día y a mis relaciones amorosas soy mucho más feliz. ¿Y sabéis por qué es verdad? Porque cuando a un tío no le gustas se nota que te cagas. Estás incómoda, rayada, mal y al llegar a casa sólo puedes pensar en esas frases que no te terminan de cuadrar porque te hacen sentir incómoda.

Si las cosas fluyen no hay cabida para rayadas, pero si uno de los dos no lo tiene claro la relación se desbarajusta. Por eso recuérdalo… Cuando no le gustas a un tío, algo dentro de ti te lo dirá.