Si bien es cierto que cuando nos enamoramos todo nos volvemos gilipollas, hay veces que se nos saltan las alarmas. Que algo en nuestra cabeza dice “Uuuuh, malo”, aunque lo ignoremos. Porque una cosa es que nos volvamos imbéciles por alguien, y otra cosa es que lo seamos.

Aun así, muchas veces tiene que llegar alguien y decirlo. Y pa’ eso estoy yo, pa’ hablarte de alguna de esas alarmas que a mí se me saltaron y pasé por alto. Para contarte que esa persona, por muy enamorada de ella que estés, a veces no es buena para ti.

  • No se esfuerza

Tú estás ahí dándolo todo jarcor. Tienes detallazos con esa persona, la cuidas… Si te necesita, te plantas ahí más rápido que Rayo McQueen, y recibes…NADA. Una gran nada.

No, no puedes estar en una relación pidiendo que te “devuelvan” lo que das, ESO ESTÁ CLARO,  pero una relación es como un huerto: o lo cuidas, o se te van a tomar por culo los tomates.

Al final del día, si tú das el 250%  y recibes a cambio un 25%… ¿te compensa? Ya te digo yo que no.

  • Es un victimista profesional

Te enfadas por algo y, como buena persona inteligente y madura, lo expresas. Acto seguido, entra en modo víctima y te dan ganas de llorar A TI por reprocharle algo que ha hecho ÉL que te ha hecho daño. No tiene sentido, ¿verdad? JÁ.

Ese momento en el que te disculpas, sintiéndome como el culo por haber sido tan “egoísta” o y tu voz interior te dice:

“Un momento, chata, ¿qué coño tiene que ver su infancia con que se haya portado como un capullo?”

 

  • No ve un futuro contigo

Tú hablas de tus planes de futuro. No en plan MATRIMONIO, FAMILIA. Pero sí las cosas que quieres hacer con él. Te imaginas que os vais de viaje por Tailandia, y probáis los saltamontes fritos. Incluso a veces, sueñas con una imagen de los dos, viejos, sentados en un porche rodeados de gatos. Tú piensas, imaginas, fantaseas. Él no. Él te dice LITERALMENTE que no se ve en un futuro. Que no se ve contigo en, yo que sé, cinco años.

Perdona, amigo, si no te ves conmigo en un futuro, ¿qué coño hacemos con lo que estamos construyendo EN ESTE PRESENTE?

  • Le da miedo el compromiso

Para mí, las relaciones son algo serio. Sí, cada una es un mundo, pero si te pones a simplificar mucho mucho, una relación es un compromiso con alguien. Un “te prometo que estoy aquí, y que lo estaré siempre que me necesites”. Dejas de pensar por uno, y piensas por dos. Aunque tú eres lo primero, las necesidades de una persona se ponen junto a las tuyas.

Pero si esa persona quiere tooooodo lo bueno y no es capaz de comprometerse, no es capaz de estar ahí cuando llegue “lo malo”, ¿pa’ qué?  Para eso, amigo, me hubiese buscado un follamigo.

 

  1. Es egoísta

Una cosa es no dejarte de lado al tener una relación con alguien, cosa que TODOS tenemos que hacer. Pero otra ya es ser egoísta. Es esa sensación de: “Uy, hoy no me viene bien que estés mal, xao”.  Esa puta falta de empatía. Lo importante es su felicidad. De la tuya ya si eso hablaremos más tarde.

“Eh, ¿te acuerdas de eso que tenías tantísimas ganas de que hiciéramos juntos? Pues oye, no. Ya sé que te hace ilusión y todo eso, pero no me apetece”.

 

Como bien dijo la filósofa Ariana Grande, muchas veces en esta vida, lo mejor es decir: THANK U, NEXT.