Esta review es de todo menos glamurosa. No soy una influencer anunciando sérums faciales ni tampoco la Preysler con bombones de marca Ferrero Rocher. Yo os vengo a hablar de un producto que TODOS usamos, hasta la pija más pija de España: el papel higiénico, de culo o de váter, como lo queráis llamar.

No me di cuenta de lo importante que era el papel higiénico hasta que me independicé. Ahí estaba yo, en un Carrefour Express con 40 euros en la tarjeta de crédito porque me había fundido el resto del sueldo pagando el alquiler, el agua, la luz y el WiFi (vale, y unas botas también). En ese momento decidí tirar por lo barato y compré el papel higiénico más barato que pillé. ERROR.

No me quiero poner escatológica, chiquis, pero con el papel cutre y baratuco te manchas las manos de caca 2 de cada 4 veces. Es una ley no escrita, y da un asco que te mueres.

Un fin de semana volví a casa para celebrar el cumpleaños de mi padre y cuando fui al trono y me limpié el culamen entendí lo que era la calidad de vida. El papel de triple capa, chiquis, ni más ni menos.

– Oye mamá, ¿tú qué papel compras?

Y en ese momento traspasó su sabiduría materna, y esta recomendación viajará de generación en generación.

Resulta que mi señora madre (y ahora yo) usa el papel higiénico del Aldi. Es de la marca “Solo” y está hecho con papel reciclado. No os mentiré, yo soy un poco cortita y al principio pensé que estaba hecho con papel de culo reciclado, cosa que me pareció una guarrada. Mi madre se descojonó un poquito y me dijo “menos mal que te he parido”.

Total, que en la ciudad en la que vivo el Aldi me queda en el quinto coño y girando a la izquierda. ¿La solución? Comprar cuatro o cinco paquetes cada vez que voy y guardarlos en el coche (mi casa es muy pequeña y no me entran en el baño, así que mi maletero es mi almacén).

¿Por qué me flipa tanto?, os preguntaréis.

Porque JAMÁS se rompe.

– Porque las capas estás bien pegadas entre sí. Odio los papeles higiénicos en los que tiras del rollo y sólo sacas una capa porque se despegan. Estoy segura de que son un invento diabólico.

Porque es baratísimo. Cuesta 2,99€ y entran 10 rollos.

Desde lo más profundo de mi corazón espero que lo probéis y os acordéis de mí cuando hagáis caca, porque un intestino feliz se traduce en una vida feliz.