¿Se nos va las manos las expectativas de los padres con la sociedad?

 

Esto le pasó a una amiga, y me ha dejado reflexionando días. Creo que se ha normalizado mentir sobre nuestros hijos de cara a la sociedad. Antes era impensable que un padre hiciera un trabajo para su hijo de 3 años y mintiera con naturalidad diciendo que lo había hecho el niño y mas impensable era que el resto le siguieran la corriente como si no fuera mentira. Estoy viendo que algunos padres intentan que sus hijos parezcan perfectos y los mejores frente al resto.  Lo que no imaginaba es que alguien pudiera tener problemas si no se sigue esta tendencia,. 

Mi amiga tiene un crío de casi 6, este año empezó la primaria y pensó que por fin sería más tranquilo. El otro día durante una conversación me dijo preocupada:

-Hoy en día hay mucho postureo, ¿sabes cuantas veces desde que nació Ángel he tenido que escuchar a madres decir que su hijo es mejor que el mío? Yo no comparo a mi hijo con nadie. ¿Porqué ellas si?

Y la verdad es que no supe responderle. ¿Es eso cierto? ¿Por qué muchos padres necesitan comparar a sus hijos con otros? Con toda la naturalidad del mundo me dijo:

-Yo le estoy enseñando a mi hijo a ser feliz e independiente y ellas a quedar bien en las fotos de Instagram.

 

Me pareció triste su conclusión, pero no muy desencaminada. Me recordó que su hijo lleva desde que entró en P3 (hace tres años de eso) haciendo un montón de deberes y trabajos. Rápidamente me dijo:

-Siempre lo ha hecho todo él solito. Yo sólo estoy ahí para que vea que lo apoyo y estoy a su lado. Y si quiero ayudarlo siempre me dice que él es mayor y puede hacerlo solo.

Con todo el orgullo del mundo me enseñó un dibujo de cuando tenía 3 años. Era una mezcla entre Picasso, Jackson Pollock y un test de Rorschach, pero no en el buen sentido artístico. Es decir; lo normal en un niño de su edad. Aquel dibujo bien podía ser un pato, un humano o un avión. A mí me pareció perfecto y no vi el problema; era lo esperado.

Pero sí que tuvo problema.

Lo que entregaba su hijo y lo que entregaban otros niños en el colegio no se parecían en nada. Lo que entregaban otros niños eran claramente obras hechas por sus padres. Que ya me diréis que le importa a mi amiga o  mi lo que hagan otros padres. Pero si importa en el momento en que se da por normalizado que esos trabajos perfectos son de niños de esas edades.

Me contó por ejemplo, que en P4; un padre apareció  con una maqueta del acueducto de Segovia realizada en cartón pluma con la precisión y los detalles de profesional y afirmando que lo había hecho su hijo sólo. Yo no lo conozco a él ni a su hijo y no dudo de las habilidades del crío,  pero no creo que con 4 años sea capaz de elaborar eso. Llamadme desconfiada.

Ese fue un ejemplo de muchos. Me parece preocupante la competitividad que hay. Pero más preocupante que las profesionales de la enseñanza admitan esa realidad como válida. Me dijo:

-Claro, si los comparabas parecía obvio que mi hijo tenía un problema del desarrollo algo. Pero  me dio igual, porque se veía que el nivel que había no era propio de esas edades así que no le di importancia. Hasta que una profesora en P4 me soltó: «Bueno, parece que Ángel no está al mismo nivel que sus compañeros. Quizás debería esforzarse más»

Os juro que la cara de mi amiga era un poema cuando me lo contó. Y la mía peor.

¿Estáis de broma? Es decir… ¿Eso pasa de verdad? ¿Tan ciegas son algunas personas? Pues mi amiga tuvo que lidiar con ello los tres años de parvulario. Que un padre se quiera mentir a sí mismo o a los demás acerca de lo que hace su hijo ni me va ni me viene. Pero que unas profesoras se lo crean y a raíz de eso ponen el nivel de corte de la clase me parece más preocupante.

Mi amiga me dijo:

-Podía haberle hecho yo los deberes y ahorrarme las tonterías de las profesoras,  pero preferí aguantarlas y ver a mi hijo orgulloso de hacer las cosas por sí mismo. Ya desde pequeño me pedía que le enseñara, y si yo no sabía recurríamos a tutoriales de internet. No le saldrá perfecto, pero lo hace él. Siempre pensé que era bueno que se sintiera orgulloso de sus logros, y ahora mira lo bien que se le dan las manualidades. ¿Sabes que el otro día me dijo sonriendo: no te preocupes mamá, ya hago yo mi disfraz?

Pues bien, pensando que mi amiga estaría tranquila ahora que va a primaria, me viene y me dice que hay un problema, porque ahora que los otros padres ya no hacen tanto los deberes de sus hijos, ahora se ve el nivel que realmente tienen. 

No sabía a qué se refería  hasta que me dice:

-El otro día me llamó la tutora para una reunión. Me enseñó varios proyectos del niño, yo sonreí pensando que me felicitaría por el esfuerzo de Ángel y la evolución que ha tenido. Pero no. «Se nota que esto no lo ha hecho él. Si en lugar de ayudarlo le hacéis vosotros los deberes jamás será independiente»

Me dejó sin palabras. Me parece surrealista a lo que hemos llegado. La madre les ha demostrado por activa y por pasiva que la habilidad de su hijo la ha desarrollado él gracias a la práctica, y que cuando otros padres hacían las cosas por sus hijos, ella se esforzó en que el suyo fuera independiente. Pero el personal docente sigue sin verlo.

Jamás pensé que esta sociedad llegase a esto.

 

TSSC