Enamórate de quien te mire por la mañana con las ojeras por el suelo y el pelo de la nuca sudado, pero aun así te vea preciosa.
Enamórate de quién se ría con tus chistes, aunque sean tremendamente malos.
Enamórate de quién baile contigo por la calle cuando sale música de una casa, sin vergüenza a que os vea, sin miedo a que os juzguen.
Enamórate de quien te lleve de camping, que a La Luna te prometen ir todos.
Enamórate de quién te agarre fuerte de la mano por la calle cuando veis a amigos suyos. Si te suelta, suéltale tú.
Enamórate de quién te anime a ir más allá y no de los que te piden que te quedes en la orilla de la playa.
Enamórate de quién sonría con sólo mirarte.
Enamórate de quien se empalme al verte empoderada. Si se achica cuando tú te agrandas, no merece la pena.
Enamórate de quién te haga aguantar de fiesta hasta el amanecer sin darte cuenta, pese a que tú seas de las que se van a dormir a las once de la noche.
Enamórate de quién traiga helado de avellanas porque sabe que te recuerda a la Nutella. Si te dice que estás comiendo demasiado, huye.
Enamórate de quien encuentre el punto medio entre follarte a lo bestia y con cariño, porque son dos cosas totalmente compatibles.
Enamórate de quién respete tus tiempos sin meterte presión.
Enamórate de quién sea autosuficiente, porque entonces querrá estar contigo por elección y no por necesidad.
Enamórate de quién escucha las canciones que te gustan, aunque él las deteste sólo por verte dándolo todo.
Enamórate de quién te demuestre día a día con actos que lo siente todo por ti, porque las palabras se las lleva el viento.
Enamórate de quién no te haga dudar.
Enamórate de quien te haga amarte, porque follarte y joderte pueden hacerlo muchos.
