En esta generación milenial en la que todo quisqui se va una temporada fuera, hay quien se plantea si está siendo egoísta por coger un billete de avión de clase turista a un destino lejano y romper con todo.

Y creo que no. Que no se está siendo egoísta.

De hecho, dar el paso es complicado, porque en el camino se dejan muchas cosas. Siempre hay quien se alegra por ti, pero algunos te cuestionan que dejas a tu familia y que tus amigos se quedan con uno menos el el grupo. Otros muchos te vienen con el tema de echarte de menos, de todo lo que te vas a perder y del hueco que dejas. Pero creo que, al final, de eso se trata, de perderse cosas y de ganar otras.

En cierto modo, a pesar de que te desean ánimos, creo que a todos los que hemos volado una temporada, nos han hecho sentir que tomábamos una decisión algo egoísta, al no mirar atrás y querer vivir lo nuestro. Y claro que es egoísta, pero es bueno serlo un poquito, porque así es como creces como persona (y bueno, generalmente también creces un pelín a lo ancho, porque la gastronomía extranjera es lo que tiene, que necesitas probarlo todo, todo y todo).

Mira, que os den a todos.

Irse y empezar de cero no es una decisión tan fácil, si lo fuera, todos lo haríamos. Es de valientes. Es de valientes sospechar, desde tu asiento de clase turista sobre el que sobrevuelas algún mar aleatorio, que tu primer hogar no serán tan chachi-pistachi como la casa que has dejado. Es de muy valientes no saber con quién te acostarás por primera vez en tu nuevo destino. Es de jabatos enfrentarte a una nueva cultura, a veces a un nuevo idioma y a no saber dónde dormirás dentro de quince días. Ser valiente no es solo cuestión de suerte (esto no lo digo yo, lo dice Vetusta Morla), es cuestión de echarle ovarios a la vida, llenar la maleta tanto como puedas (esto es importante) y volar.

Y no es nada egoísta buscar tu espacio, crecer, vivir tus propias aventuras a lo Bridget Jones, llenar tu cajón de anécdotas locas y abarcar todo el espacio posible para crecer como persona. Porque los mejores días están por venir. Todo lo vivirás con mayor intensidad, harás amigos para siempre y lo gozarás lo más grande.

Mira que pasan cosas en las pelis de Almodóvar, y, cuando vuelas fueras y vives, v-i-v-e-s con todas las letras, las dejas chiquitas. Un olé por los valientes, por los egoístas. Un olé por decir en voz alta que se necesita espacio y que se va a encontrar.

Irene Ramirez.