Sin duda creo que este es un tema que está a la orden del día entre las reuniones de amigas. Empiezas a hablar con alguien que te gusta, ves que tienes feeling, empiezas a estar más pendiente del móvil para ver si la notificación que te llega es de esa persona y… cuando eso ocurre, no puedes evitar desbloquear rápido el móvil para contestar.
Todo va bien hasta que un día la cosa empieza a flojear. Pasáis de estar hablando toooodo el día a contestaros dos o, con suerte, tres veces al día. Y cuando eso sucede nos atormenta la famosa frase de… “¿le contesto ya o me espero?” Os suena lo que os digo ¿no? Pues este, creo que es un tema que nos divide tanto o más que: “La tortilla, ¿con o sin cebolla?”
Vamos a empezar siendo claras. La base de toda relación, o futura relación, es la reciprocidad. Que no os engañen con los agobios o los “ando liado no tengo tiempo”. El día tiene 24 horas y cuando realmente tienes interés en conocer a una persona se nota. (DATO: cuando no hay interés se nota aún más). Y es que, recordad una cosa: no es igual hablar que contestar. Cuando pretendes conocer a alguien con intención de algo más que pasar un rato, te interesas por su día, por sus aficiones, planes, gustos… y para eso chicas, siembre hay cinco minutos. QUE NO OS CUENTEN MILONGAS.
Cuando hay que ir detrás de una persona… puede ser que tengamos una buena conversación, que lo estemos pasando bien… pero si sois vosotras solo quienes preguntáis y la otra persona SOLO se limita a contestar… activad las luces de emergencia porque con casi un 70% de probabilidad, seguramente esa persona no esté sintiendo el mismo interés que vosotras.
Ahí es cuando viene el mismo drama de siempre: ¿»otra vez ghosting”? Pues sí amiga. Y que quede claro, no es tu culpa por haber sido quien tú eres. Igual él o ella no era la persona que tenía que acabar contigo, igual no buscaba lo mismo que tú. Pero puede que se haya quedado sin recursos para seguir conociéndote. Cuando ofreces tanta información de ti, de tu vida, de tus gustos… ¿qué queda para el resto de los días? Que conocer a una persona no es cuestión de una semana. No tenemos un plazo máximo para enamorarnos. Hay parejas que llevan años y aún no se terminan de conocer del todo. Y eso no es malo. No estamos con un extraño. Simplemente se disfruta de conocer aspectos nuevos de esa persona poco a poco.
En el término medio está la virtud. Recordadlo siempre. Y sabed que cuando aparece la persona adecuada, no hay rayadas mentales, no hay complicaciones. Todo debe fluir, sentirse a gusto, debe ser fácil, en definitiva… debe predominar la reciprocidad que decíamos antes. Mostrarnos poco a poco es la magia de hoy en día.
Y recuerda: tú no estás aquí para rogarle ni amor ni cariño a nadie. Si sientes que eres tú quien solo tira del carro, igual no estás en el lugar indicado. Es verdadero cuando sientes que el carro avanza gracias a los dos. Tú vales mucho y no debes aspirar a menos.
