Todos los años hacemos balances de año, pedimos deseos para el nuevo y nos invade el espíritu de la navidad y la promesa de que el año que viene será mejor. Pues mira no, porque si sigues haciendo lo mismo, el año que viene será igual.

Así que este año me he propuesto hacer un Marie Kondo, que eso está muy de moda, pero uno de personas. Sí señor, porque me he dado cuenta de que hay veces que es verdad lo que dice esta mujer, que hay que agradecer y dejar ir si no te hace feliz. Y si sirve para las cosas, ¿por qué no iba a servir para las personas?

Que sí, que se que estamos en navidad y paz y amor y toda esa mandanga. Pero chata, si hay una persona que no te aporta, que se aparte ¿no? Y es que tendemos a acumular personas:

  • Personas del trabajo, porque claro, curras con ellas y tienes que aguantar porque en el trabajo estás muchas horas. Horas de soportar frases machistas, comentarios de mierda o bromas que no tienen gracia.
  • Personas del colegio. Porque joder, son amigos de toda la vida, ¿cómo no los vas a mantener? Gente que ha seguido otros caminos y con los que puede que no compartas una mierda, pero claro, en el colegio jugabas a los tazos con ellos o coleccionabais juntas hojitas de cambiar… ¡Aja, si! Muy maduro todo.
  • Personas que una vez te ayudaron, pero una, y ellos han sacado más de la relación que tú. Pero es que aquella vez te hicieron ese favor… ¿tan grande?
  • Vecinos, porque a veces necesitas sal. ¡Hola! Prime now de Amazon.
  • Familiares, que no soportas, pero son sangre de tu sangre, aunque por la de algunos no corra más que horchata.
  • Y amigos, que eran, pero te han defraudado y no te atreves a dejarlos ir.
  • Novios, maridos, amantes, etc. Que te prometen mucho pero no demuestran nada, que te maltratan, que te insultan, que te ponen los cuernos y a los que no dejas de dar oportunidades.

Señoras, que la vida es muy corta como para llenarla de cosas inútiles, pero es más corta aún si nos rodeamos de personas que no nos llenan. Que no hay nada más rico que un abrazo sincero. Que las relaciones y los zapatos, si no son de nuestra talla, duelen.

Así que, te adapto las 5 reglas de oro de Marie Kondo para las cosas a las personas:

REGLA Nº1: COMPROMÉTETE CON EL ORDEN

Pues eso, que no hagas limpieza el uno de enero y te olvides, que procures que tus relaciones sean de calidad y no de cantidad. Y así, tus emociones se transformarán.

REGLA Nº2: IMAGINA TU ESTILO DE VIDA IDEAL

Analiza tu vida, y piensa si es lo que quieres. Visualiza y ve a por ello. Que rodearnos de gente que promete y no da es rodearnos de gente “cagá”.

REGLA Nº3: COMIENZA POR DESCARTAR

Almacenamos muchas cosas que no necesitamos en nuestras casas, oficinas e incluso en nuestras cabezas. Y por eso, empezar por dejar marchar y vaciar nuestros pensamientos es esencial. Te quedarás sorprendido de la cantidad de pensamientos que ocupa gente que debería de no estar a nuestro lado. Porque la gente que aporta nos llena el corazón, no la mente.

 

REGLA Nº4: ORDENA POR CATEGORÍA, NO POR LUGAR

Que parece que hay veces que por ser de tu familia te tienes que conformar, y mira no. Hay amigos que son hermanos y cuñaos… que no deben de estar ahí…

REGLA Nº5: PREGÚNTATE SI ESA PRENDA, OBJETO (o persona) TE DESPIERTA ALEGRÍA

Al final todo se trata de seguir una filosofía que nos lleva a sentirnos más en paz con nosotros mismos. Por eso si ves que esa persona te da más disgustos que alegrías ¿por qué te aferras?

Tengo una amiga que me dijo “fuera de compromisos que tenemos todos, es mágico rodearse de gente que emociona, gente que a veces incómoda para hacerte mejor, gente que arriesga a perderte porque le pesa más tu bien que su propio beneficio, gente que te quiere bien, gente que te hace moverte, ilusionarte, vibrar.” Y no es Marie Kondo, se llama Anais, y que queréis que os diga, tiene razón. Nos aferramos mucho a cosas que no.

Queremos mucho a gente que no. Y hay gente que no, pero hay gente que sí. Así que quédate con esos, con la gente que sí, que gente que no hay mucha, y como los zapatos, no, si no son de tu talla, no encajan.