Estoy soltera por que me sale del papo. Tengo 42 años y no me apetece una mierda volver a tener pareja ¡Sacrilegio!

Y aquí seguro que a todas nos parece muy chachi y muy bien todo. Pero en la vida real, en esa en la que pagamos IRPF y tenemos que ir a comprar tampones, la peñita no entiende por qué estoy soltera.

Parece que solo puedes estar soltera cuando estás intentando encontrar una pareja. Vamos, que el objetivo vital de una soltera debe ser dejar de estarlos ¡Anda, cómanme el papo!

Las chorradas que he oído en estos últimos años son cuanto menos intrigantes. Desde que «Cuanto más te acostumbres a estar sola más difícil va a ser que encuentres a alguien» «Te estás haciendo mayor para encontrar pareja» «¿Por qué es? ¿Eres una mujer complicada?» y mil mierdas más.

Incluso he vivido cómo algunas personas cuestionaban mi sexualidad por el simple hecho de elegir estar soltera.

Llevo soltera 8 años, a día de hoy no me veo compartiendo mi vida con nadie y eso no me convierte ni en una mujer problemática, ni en una chica excesivamente independiente, ni en un montón de pamplinas que he oído por ahí.

El caso es que toda mi vida he estado saltando de relación en relación, porque si una fallaba se suponía que debía seguir intentando a toda costa tener una relación. Mira, no es que haya dado solo con cabrones, he tenido relaciones muy bonitas a lo largo de mi vida, pero llegó un punto en el que decidí hacerme 100% responsable de mi felicidad y bienestar.

Desde entonces no he vuelto a vivir ni celos, ni dramas, ni conflictos absurdos, ni decepciones sentimentales, ni he vuelto a tener que ejercer de madre de nadie.

Decidir estar soltera ha hecho que crezca como mujer y como ser humano de una forma que no había vivido hasta ahora:

Soy 100% responsable de mi bienestar

Esto es para mí lo más vital. Una pareja trae cosas muy buenas a tu vida, pero también trae conflictos y más aún en la fase de convivencia. Y sinceramente, paso mil.

Una relación conlleva paciencia, asertividad, empatía y mucho trabajo mutuo en los momentos menos buenos.
He estado muchos años de mi vida realizando ese trabajo y a día de hoy, a mí no me merece la pena. Tengo plena capacidad de hacerme feliz a mi misma y además sé perfectamente que nadie va a llegar a las 7 de la tarde a casa a echarme encima la mierda que ha comido en su trabajo.

Mi vida está construida a mi gusto

Cuando compartes tu vida con otra persona muchas decisiones empiezan a ser decisiones comunes que se toman entre dos. Pues mira tú por dónde que en mi vida solo tomo las decisiones yo.

No tengo que intentar convencer a nadie de que no necesito una TV de 1.500€ ni tampoco tengo que dejar de usa sábanas blancas porque mi pareja tiene miedo a ensuciarlas. Todas las decisiones que tomo en mi vida, son mías y para mí. Y eso, señoras, me da una felicidad y una calma extrema.

No soy responsable de otro ser humano

Ojalá en las generaciones venideras sea diferente, pero yo crecí en una generación en la que a los chicos no se les responsabilizaba de nada relacionado con el hogar. Y mira, paso rotundamente de convertirme en la madre de nadie para que no dejen mi casa como un puto zoo.
Además que esa dinámica mata la pasión y mi autoestima.

Es muy jodido ser una pareja feliz y desear hacer planes juntos cuando tu pareja no colabora en la convivencia común.
El caso, que yo me limpio mis cosas y hago las cosas a mi manera y atrás quedaron los años de limpiar, planchar y cocinar para otros. Que se lo hagan sus madres o sus nuevas novias, pero yo cierro la fiesta y tiro la llave.

Muchas veces tengo la sensación que las mujeres de mi edad, incluso te ven como una amenaza si eres una tía libre y soltera. No sé, quizás sean paranoyas mías.

Lo que tengo claro, es que por ahora no tengo planes de volver a tener pareja. Si en algún momento eso sucede, también te digo que es más probable que me lie con una buena roomba que con otro señor.