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¡Al que le gusten los gofres que levante la mano!

¿La has levantado? Sigue leyendo.

¿No la has levantado? Sigue leyendo, lo mismo cambias de opinión.

Es que, amiga, he descubierto los gofres belgas Stuffle y Flying Waffle de Prozis y creo que necesito un congelador más grande porque, madre mía del amor hermoso ¡qué cosa más rica!

Reconozco que, así de primeras, pensé que los gofres rellenos de dulce serían un acierto seguro, pero los que llevan relleno salado… no los veía yo tanto. Craso error el mío, ahora que he probado algunos de los Flying Waffle se ha abierto un mundo ante mis papilas gustativas.

Cualquiera de los dos tipos de gofres de los que os hablo viene curiosamente envasado en cajitas de cartón de una unidad, en el caso de los salados, y dos unidades algo más pequeñas, en el de los dulces. En ambos casos se pueden descongelar en la nevera o bien en dos minutitos en el microondas. Una vez descongelados, puedes calentarlos otro par de minutos en la tostadora o diez en el horno convencional.

Yo los he preparado de las dos maneras y a mí, personalmente, me gusta más cómo quedan en el horno. De cualquier forma, estos gofres son una alternativa de comida/cena rápida y deliciosa. Y los dulces son perfectos para cualquier momento del día, ya sea en el desayuno, merienda, o incluso como postre.

Tómalos bien calentitos y verás qué fantasía, la textura y el sabor de la masa de estos gofres te traslada al centro de Liege, así, al primer mordisco, sin PCR ni cuarentena. En serio, tiene un sabor increíble.

Además de la rápida preparación, otro punto a su favor es que puedes envolverlos en una servilleta y salir corriendo a cumplimentar el siguiente punto de tu agenda, pues son muy compactos y fáciles de comer, sin riesgo de manchas inoportunas ni necesidad de plato y cubiertos.

Yo he probado estos:

 

  • Flying Waffle relleno de jamón y queso. La variedad más conservadora, pero no defrauda. En cada bocado te llenas la boca del magnífico sabor y textura de la masa del gofre mezclado con el queso y los trocitos de jamón.

  • Flying Waffle relleno de tomate y queso mascarpone. Cuando lo vi pensé que ese sería el que menos me gustaría. ¡JA! Ese relleno es alucinante, el más jugoso y ligero de los tres, pero no por ello menos sabroso, al contrario. Tiene un puntito de plantas aromáticas que le queda de muerte y deja un ligero regustillo a pizza. Creo que podría comerlo a diario.

  • Stuffle relleno de fresa. Deliciosa y suave mermelada de fresa dentro de ese gofre de los dioses, súper rico. Perfecto también para desayunar.

  • Stuffle relleno de chocolate fondant. Este ya sabía yo que me iba a gustar, pero ha superado incluso mis altas expectativas. GOFRE+CHOCOLATE+FONDANT. Nada más que decir, señoría. Pero para haceros salivar un poco más, añado que el chocolate tiene la textura perfecta, se deshace en la boca tan sabroso y calentito… Un ÉXTASIS que ni los de Santa Teresa, señoras.

Me está faltando el tiempo para probar el resto de variedades disponibles en Prozis.

Hay Flying Waffle rellenos de espinacas y requesón, pollo y champiñones, salchicha y curry y de guiso de carne de vacuno.

Y en cuanto a los Stuffle, tenemos también los rellenos de chocolate blanco, manzana y canela, frambuesa, cereza y albaricoque.

De verdad, yo los he incorporado desde ya a mis menús semanales porque además de ricos, fáciles y rápidos de preparar, puedes comerlos en cualquier momento del día como una comida principal, un snack o un postre con el que deleitar a tus invitados más exigentes.

 

 

 

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