Si bien es cierto que hace relativamente poco decía que los preliminares podían alargarse hasta el infinito y más allá, también es verdad que hay veces, que lo que apetece es follar y punto.  Penetración.  El puro y duro mete-saca que tanto cuestiono y tan corto se queda la inmensa mayoría de las veces.  Breve y conciso, eso sí.  Pero folleteo al fin y al cabo.

Hay veces que el cuerpo nos pide algo contundente dentro. Y que se mueva bien.  Sin más.  Sin falta de besos ni caricias tiernas.  Sin prolegómenos eternos ni jueguecitos que nos vayan subiendo la temperatura poco a poco.  La temperatura ya está en lo más alto y lo único que quieres es aprovecharla.  It’s my life, It’s now or never

Esas situaciones que sin saber muy bien por qué, estás tan excitada que lo único que te apetece es que te la meta de golpe siete u ocho veces, con la velocidad y la contundencia exactas hasta que te explote un orgasmo que te deje completamente fuera de juego.  Sujetándote fuerte y mirándote fijamente.  Sin hablar.

Si tienes la suerte de que a tu lover le apetezca exactamente lo mismo, genial, desde mi punto de vista, estás ante una de las situaciones sexuales más placenteras que hay, pero como a él le apetezca cocinar a fuego lento…vas de culo (y no, no lo digo con ningún doble sentido retorcido, que también podía…).

Que estáis ahí dándole al tema, tú ya sin bragas y completamente entregada a la causa, y él con los vaqueros puestos dándote besos en el cuello y apartándote con dulzura el pelo de la cara.  Por favor, hoy no.  No sigas por ahí.

Le coges la mano y se la llevas hacía abajo sin dejar de besarle, y él vuelta la burra al trigo, que vuelve a subir la mano y te acaricia la espalda.  Y se la vuelves a bajar mientras empiezas a perder la paciencia, le desabrochas el cinturón, el botón del vaquero, le bajas la cremallera, ¡te quitas el sujetador! te sientas a horcajadas mirando para él, y te restriegas como gata en celo.  Pero nada, él a su ritmo, que te apetece decirle “a ver por favor FÓLLAME QUE SE ME VAN LAS VITAMINAS

Y ojito con decírselo ¿eh? que como tenga el día tonto, igual te sale con aquello de que “para eso te cojas el satisfayer”; jajaja pero ¡¡ni se os ocurra cogerlo!! porque entonces escuchareis con voz lastimera eso de “no se te puede decir nada, tía, yo lo decía en broma”

 

La vetusta bloguera