Salí un año con un chico maravilloso en la cama pero un pedorro en el resto, la relación estaba destinada al fracaso pero mientras duró nos lo pasamos muy bien en horizontal. Siempre tuvo obsesión con cogerme en brazos y yo me negaba, peso mis buenos 100 kilos y, aunque él era muy grande también, nunca me fié y me sentía incomodísima con esa petición porque me hacía sentir todavía más gorda y me preocupaba romperle la espalda.

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Lo dejamos y solo quedábamos para sexo guarro, así que ni tan mal. En una de estas llegué a su casa y nos discutimos por una pollada de las de siempre, y acabamos cachondos como monos y queriendo follarnos todos los poros de nuestro cuerpo. En estas que se pone muy serio y me dice que me va a coger en brazos, que se lo conceda. Y yo, que ya me daba igual romperle la espalda que el pie, le digo que sí.

Me pilla en brazos, me empotra contra la pared y me clava la estaca hasta Rumania. Estamos pasándolo de puta madre cuando no sé qué narices pasa que empiezo a verlo todo a cámara lenta. Mi vida entera pasa y yo me veo cayendo lentamente encima de él, y él cayendo lentamente encima de la mesa del comedor. Sí amigas, caímos encima de la mesa de cristal porque no pudo soportar mi peso y follarme a la vez. Le dio la flojera en las manos y decidió que era mejor seguir follándome que parar.

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Total, que partimos la mesa y cuando quise darme cuenta estaba en el suelo tirada y llena de sangre. El cristal de la mesa se había partido y nos había hecho mil cortes, afortunadamente no demasiado profundos, pero lo preocupante fue que él no dejaba de gritar y llorar. Quiero que visualicéis la imagen: los dos en el suelo, él con los pantalones y calzoncillos por los tobillos, yo con la falda por la cintura y sin bragas, todo lleno de cristales y sangre… Y ÉL SEGUÍA CON SU POLLA DENTRO DE MI COÑATE.

Me incorporé y me levanté y él seguía gritando de dolor, no entendía nada porque la mayoría de sangre estaba en mis piernas pero de repente se puso a gritar MI POLLA, MI POLLA. Sí chiquitas, le rompí la pinga. Sí, se puede fracturar una polla. ¿Cómo? pues porque el señor seguía empalmado mientras caíamos al vacío y al caer de espaldas yo caí con su polla todavía dentro y se la partí.

Ahora seguid imaginando nuestra entrada triunfal en urgencias: él con la polla partida, yo con las piernas llenas de cortes y explicando que por querer hacer hacer un Dirty Dancing habíamos acabado así.

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Moraleja: hay cosas que los gordos no podemos hacer y no pasa nada. NO OS HAGÁIS LOS MACHITOS INTENTANDO FOLLAR A UNA GORDA CONTRA LA PARED, si no tienes mucha fuerza puedes acabar con algo más que tu masculinidad herida.

Cascanueces.