Nuestras madres son las mejores. Pero también han sido unas capullas. Algunas más que otras, es verdad. Pero en general, hay que reconocer que tienen un arte para decir lo que les da la gana y lanzar pullas con amor que ya quisiéramos haber heredado. O quizá lo desarrollemos cuando seamos madres y comamos huevos.
He aquí un pequeño homenaje a nuestras madres con sus frases de madre y sus contestaciones llenas de amor:
- – Mamá, tengo hambre.
– Pues bebe agua. - – Mamá mira qué vestido tan mono.
– Eso a ti no te sienta bien. - – Mamá, mira qué vestido tan mono.
– Solo piensas en gastar, hija. - – Mamá, mira qué vestido tan mono.
– A ver si tiras alguno de los que tienes. - (Interrumpiendo cualquier conversación) A tu edad, yo ya tenía dos hijos y la oposición sacada.
- (Interrumpiendo cualquier conversación sobre tu pareja) Oye que ya tenéis una edad eh, yo no digo nada, pero.. BEBÉS.
- – Nos vamos a cenar a Nosedonde
– Todo el día pensando en comer. - – Nos vamos a cenar a Nosedonde.
– Todo el día gastando.
- – Mamá, ¿por qué no guardaste esos vestidos tan bonitos?
– ¿Para qué? Si no te iban a entrar. - -Mamá, que te quiero mucho.
-¿Qué quieres? - – Mamá, me pasas la mayonesa (casera que tú misma has hecho)?
– No te hace ninguna falta. - – Mamá, ¿qué tal me queda esto?
– Pues ya sabes, si adelgazases un poquito, mejor. - -Mamá, ¿me subes la cremallera?
– ¿Ya no te entra, no? - – Mamá, he quedado con unas amigas.
– Y con el gimnasio no quedas. - – Mamá, me voy, un besito.
– ¿Pero no te cambias?