Igual has visto el título y te estás preguntando qué carajo es eso del ghosting. A pesar de su nombre en inglés, seguro que te suena. Ghosting es el arte o la cabronada de desaparecer de la vida de alguien (sobre todo en una pareja) sin ninguna explicación.

Desaparecer sin dejar rastro y dejando a la otra persona llena de interrogantes. ¿Es necesario? Yo diría que hacer un ghosting es de cobardes y ya se sabe que el mundo es para los valientes. El ghosting es una opción, pero nadie ha dicho que sea la única ni la correcta.

Cuando una relación no va bien, sea cual sea el motivo, es lógico y recomendable, que alguna  de las partes decida poner un punto y final, pero las cosas, aunque sean malas, hay que hacerlas bien.

Sí existe una ruptura, ha existido una relación. Ese final merece ser contado, aunque muchas veces sea sólo por aquello que se fue. Desaparecer, de primeras, nunca debe ser una opción.

Creo que a nadie nos gusta quedarnos con el móvil en la mano, un montón de llamadas enviadas que se van directamente al buzón de voz, ninguna llamada perdida devuelta, un montón de whatss sin el maldito check azul y sin acceder a ese perfil de esa red social en la que antes estábamos etiquetados. Desaparecer es una decisión, una opción que debe llevarse a la práctica después de escribir ese punto final. Un ghosting son unos puntos suspensivos, un continuará pero vete tú a saber cuándo y cómo, un archivo .doc que se ha quedado a medias olvidado en ese viejo usb…

 

A todos nos gustaría que las cosas no terminaran, pero si ha de llegar el final, que sea en una conversación con un café que se ha quedado frío porque de repente no nos apetece, o en ese banco de aquel parque donde compartíamos una bolsa de pipas las noches de verano. Hablar es fácil y sienta bien, tan bien como cerrar las cosas.

Sí has tomado la decisión de dejar a alguien, en serio, hazlo como te gustaría que te dejaran a ti, aunque os llevéis poco compartido. Que sí, que lo sabemos todos, a nadie nos gusta que nos dejen, pero menos nos gusta que alguien desaparezca y nos deje con ese “¿pero qué cojones ha pasado?” metido en la cabeza.

Y si no quieres (o no puedes) dar la cara, en serio, vivimos en una época en la que nos lo han puesto muy fácil: sms, whatss, un mensaje privado en messenger, un mail aunque sea frío… Lo que sea, pero que sea. Y después, entonces sí, sí quieres desaparece de la vida de esa persona con la que antes habíamos compartido una porción de ella, pero al menos sabrás, que no hay nadie con un puñado de interrogantes que has dejado sin respuesta.

Vamos a hacer las cosas bien y que el ghosting desaparezca.