Hasta el mismísimo toto de que la gente interprete: GORDA=FEA, coño ya, que parece que seamos monstruos de 3 cabezas o no sé, ballenas que se creen humanas, de verdad…. Y por qué empiezo así de fuerte, pues porque hace un tiempo, se me ocurrió compartir en mis redes sociales, una foto mía con el antes y el después, y menos mal que solo enseñé la cara y no el culo….

A ver, que no quiero parecer una gilipollas, y que agradezco muchísimo los piropos y ánimos de toda la gente que me escribió ese día, y también me encanta toda la gente que se está poniendo en contacto conmigo para preguntarme el cómo de mi plan, y el por qué…. Pero los comentarios que más se repiten son: “Antes también eras guapa”, “Siempre has sido guapa”, “¡Qué guapa antes!…. ¡¡¡PUES CLARO, QUIÉN HA DICHO QUE NO!!!

Siempre he sido guapísima (que no tengo abuela se nota, ¿no?). No sé, nunca he dicho que antes me viera fea. Sí he comentado que no me veía como yo quería, pero no refiriéndome a mi belleza.

Esta manera de pensar es muy común, incluso en personas que te conocen y quieren con locura, como son hermanas. La frase que más me repetía mi hermana mayor como una halago cuando llegué ya a mi peso meta, era: “Estas guapísima, ahora sí que eres una persona”… ¿Perdona?, ¿antes qué era? Un mueble, un tractor o un unicornio con dos cuernos…

En esta mierda de sociedad, siguen confundiendo el peso con la belleza. Y os aseguro que hay tías impresionantes que son gordas, y cuando las veo me cambiaría por ellas a la de ya. Igualmente hay tías que no me parecen nada atractivas, y pesarán la mitad que yo…pero aun así no son mi estilo, y por muy “para dentro” que estén no me cambiaba por ellas ni por un millón de euros.

Tras haber perdido mis más de 75kilos, creo que o yo no he sabido explicarme, o la gente es muy cerrada de mente, así que voy a intentar dejar hoy las cosas claras.

Desde siempre he sido una niña guapa. Como todas he tenido épocas, esa en la que te salen granitos, que tus cejas parecen las de Frida, donde sigues haciéndote el bigote con Andina, cuando es más espeso que el de Miguel Ángel Revilla. Pero vamos, no soy la perfección áurea, pero vamos…ahí, ahí voy, con mi cara panquemao’ y todo.

En diversas épocas he utilizado lentillas de colores, como en la foto del antes y el después, pero no porque no me gustaran mis ojillos marrones, sino porque me molaba el impacto y centrar la atención en mis ojos. También el estilo de ropa he ido cambiándolo, y buscando cosas que me favorecieran. Puede que en algunos momentos me dejé guiar por mis complejos, pero no porque no me quiera, sino porque el camino del aprendizaje del amor propio es largo y a veces lleno de baches. Y sí, lo reconozco, gorda, delgada, grande, pequeña, me mola dar el cante y ser el centro de atención… además soy de las que piensa que si hay algo de ti que te encante, ¡enséñalo al mundo!.

Pero vamos que la belleza, es algo relativo. Existen tantos tipos de bellezas como mujeres que se aman y quieren. Las que parecen panteras salvajes, las que parecen angelicales, las de mirada profunda, las de labios gorditos o finos con sonrisas de línea, pómulos grandes, caras muy finas, o muy marcadas.

La realidad, es que si tú te ves guapa, eso debe ser suficiente para el resto del mundo, porque sin darnos cuenta, es la actitud la que hace que nos mostremos a los demás de una determinada manera y entonces el resto nos ven como lo hacemos nosotras mismas. Así que si te gustas, el resto del mundo no podrá opinar, y aunque lo hagan a ti te dará igual. Solo necesitas que una persona te ame por encima de todas las cosas, y esa persona eres tú.

Amarse no está reñido con querer mejorar, de hecho yo me amo tanto a mí misma en este momento, que cada día me esfuerzo por dedicarme más tiempo, más cuidados y más mimos. Así que mis rutinas de ejercicios, mis ganas de comer cada día mejor y mi forma de aprender a mirarme al espejo NO SON PORQUE NO ME GUSTE Y DESEE CASTIGARME, SINO POR TODO LO CONTRARIO, PORQUE ME AMO TANTO QUE SE QUE ME MEREZCO DEDICAR MI TIEMPO EN MÍ.

¿Y tu, cómo de bella te sientes?, ¿te miras al espejo y piensas en lo buenísima que estás y en todas tus virtudes, o te dejas comer la cabeza y solo ves una imagen gris?.