Hace 5 años mi chat de amigas era sobre citas Tinder, hoy sobre citas médicas
Qué le vamos a hacer, es la evolución, chiquis.
Hace 5 años mi chat de amigas era sobre citas Tinder, hoy sobre citas médicas.
Cuando creamos el grupo éramos unas niñatas. En él hablábamos de lo mismo que cuando nos veíamos en vivo y en directo: De chicos, de ropa o de los garitos de moda. Del botellón del jueves, de los exámenes o del proyecto de fin de máster. También de prácticas, entrevistas de trabajo, pisos de alquiler…
Los años fueron pasando, crecimos, maduramos y nos enganchamos a ese invento del demonio llamado Tinder.
Porque conocer hombres en la calle, cara a cara, era demasiado de los 90 para unas chicas como nosotras, tan de 2030.
Así que nos pasamos a Tinder.
Y, tal vez por la novedad, tal vez por verdadera necesidad, le dimos muy pero que muy duro a la aplicación.
De modo que en el chat ya no se hablaba de otra cosa. En nuestra galería había más pantallazos de fotos de perfil y de conversaciones de todo tipo que de fiestas y atardeceres en un chill out de la playa.
Qué tiempos aquellos en los que podíamos pasarnos una tarde entera rajando de tal o pascual.
Hace 5 años mi chat de amigas era sobre citas Tinder, hoy sobre citas médicas
Ay, la emoción de ver que la que ha tenido una cita hoy ya ha llegado a casa y está grabando un audio que tiene toda la pinta de acabar convirtiéndose en un episodio más de nuestro podcast tinderiano. Adoraba aquellas confesiones de medianoche.
Las risas que nos echábamos y las que todavía nos echamos cuando nos ponemos nostálgicas y rememoramos las mejores jugadas.
Si es que… cómo hemos cambiado.
Hace 5 años mi chat de amigas era sobre citas Tinder, hoy sobre citas médicas.
En serio, vamos más al médico que al Mercadona. Y eso que al Mercadona vamos muchísimo.
Casi tanto como a la farmacia.
Da la sensación de que siempre tenemos algo.
A una le duele la espalda. A otra se le ha vuelto loca la regla. Las que tienen hijos pillan todos los virus habidos y por haber. Las que hacen deporte siempre tienen alguna lesión, por pequeña que sea.
Por no decir nada de la que se está sometiendo a tratamientos de fertilidad. Ni de la que está embarazada.
Será una anemia. Migrañas. Las cervicales. Un juanete. Candidiasis. Caída del pelo. Ansiedad.
Y/o cualquiera de las pruebas rutinarias, tales como citologías, mamografías y todo lo demás.
Hace 5 años mi chat de amigas era sobre citas Tinder, hoy sobre citas médicas
Antiguamente coleccionábamos entradas de conciertos, pulseras de festivales, posavasos molones y amantes de Tinder.
Ahora tenemos una carpetilla en la que guardamos recetas e informes médicos.
En el hueco donde solíamos llevar unas bragas de repuesto llevamos ibuprofeno o paracetamol. Puede que ambos, por si acaso.
Porque, como ya he dicho, es muy probable que nos duela algo, pero mujer precavida vale por dos y nosotras… nosotras, más o menos perjudicaditas ¡valemos por cuatro!
Imagen destacada de Elina Fairytale en Pexels