Hemos abierto la relación, he quedado con el primer chico y os lo cuento todo. 

 

David y yo llevamos 6 años juntos y hace dos meses me propuso abrir la relación. 

Al principio estaba un poco decepcionada y dolida, pero después lo pensé bien y me di cuenta que yo tampoco me veía toda la vida solo acostándome con él pero si quería pasar mi vida a su lado, así que acepté la propuesta. 

la relación

Me metí en una página de citas e indiqué que estaba en una relación abierta; al día siguiente me escribió Nico, era un chico de 35 años, que no buscaba una relación seria ni conocer a nadie demasiado tiempo, quería relaciones esporádicas, así que era ideal para mi primera vez. Estuvimos hablando una semana para sentirme un poco más segura y quedé con él. 

Fue un poco incómodo irme de casa sabiendo David que iba a quedar con otro chico, pero imagino que es normal una relativa incomodidad las primeras veces, me sentía como que estaba haciendo algo mal, aunque realmente no fuera así.

En cuanto me recogió Nico cambié el chip totalmente, fuimos a tomar algo a un bar de la zona, por romper un poco el hielo; hablamos de muchos temas como el trabajo, la política, gustos, etc. La verdad es que me sentí muy a gusto y cómoda a su lado. 

Pagamos la cuenta y fuimos a un hotel de estos por horas, sabíamos a lo que íbamos, así que no fue ninguna sorpresa. Pedimos una botella de cava para la habitación y nos tomamos una copa en el jacuzzi; Nico era un hombre de negocios y parece que no le importaba gastar dinero esa noche, puesto que pagaba él.

 

Con las burbujas relajándonos y una copa en la mano, nadie habría dicho que acabábamos de conocernos y que no había ningún interés más allá del sexual, más bien parecía la típica cita donde quieres impresionar a alguien. 

Así que decidí empezar la “fiesta” pronto y me puse a horcajadas encima de él, frotándome con su sexo mientras me besaba y lamía los pezones.

Salimos del jacuzzi y me lanzó contra la cama, abrió un condón que había en la mesita de noche, se lo puso y se encajó entre mis piernas penetrándome profundamente y llenándome por completo.  Acerqué mi mano al clítoris y la moví en círculos mientras entraba y salía de mí. 

Nico tenía un cuerpo espectacular y sabía también muy bien cómo moverse, me daba justo en el punto exacto, tanto que me corrí dos veces, una de ellas sin ayuda externa, solo con su polla dentro de mí.

Me puso a cuatro patas, aceleró el ritmo cogiéndome del pelo y se corrió empujando aún más fuerte entre mis piernas; Después de asearnos nos vestimos y nos quedamos charlando un rato para que no fuera tan frío y más tarde nos fuimos. 

la relación

Llegué a casa y David estaba en la cama dormido; no sabría describir bien el cúmulo de sensaciones que tuve esa noche; por un lado estaba David, que aunque fue idea suya, no podía dejar de sentirme mal por él.

Quizás también esa sensación fuera porque en el fondo Nico me había atraído más de lo que esperaba; era un chico inteligente, culto, guapo, divertido y encima follaba bien, ¿Qué más se podía pedir? 

En circunstancias distintas seguramente habría querido seguir conociéndole, por lo que, ¿Dónde estaba el límite entre relación liberal y el poliamor? Este chico me atraía más allá de lo sexual, y ahí es donde saltaron todas mis alarmas.  

¿Estoy sintiendo algo que está mal que sienta? Y si lo estoy sintiendo, ¿sigo queriendo a David tanto como pensaba? ¿Él también sentirá lo mismo cuando está con otra chica? ¿Debería hablar de esto con David?

Justo entonces, me llegó un mensaje de Nico, decía que le había gustado mucho estar conmigo esa noche y que le encantaría repetir otro día.

Oaipa