El poliamor ha llegado para quedarse. Las relaciones del 2021 ya no se centran en querer solo a una persona, hemos pasado por tanto que cada vez resulta más atractiva la idea de salir con varias personas. Hace unos años, tras romper mi última relación, me prometí no volver a encerrarme en única persona porque las consecuencias fueron fatales.

Hoy, con esa idea algo más madurada y tras leer miles de artículos sobre el tema, se me sigue haciendo bola. La teoría es genial: no le perteneces a nadie, ambos sois libres y tener sexo con otras personas mejora tu estado de ánimo, y, por tanto, tu actitud frente a tu relación. Pero no es tan sencillo. No podemos destruir miles de años de monogamia solo con quererlo, es un proceso bastante jodido en el que intervienen tus habilidades comunicativas.

He salido con varias personas a la vez y la verdad que me he sentido genial, empoderada, independiente, sexy y he creído tener el control.  Pero ahora estoy enamorada y el chico con el que estoy le gustaría continuar con nuestra relación abierta, aunque la cosa esté más seria. Así que empecé a hacerme la eterna pregunta… Cuando nos acostamos con otras personas, ¿es mejor contarlo para que haya comunicación o mejor dar carta abierta y ya?

Contarlo o no, he ahí la cuestión

Empecé a recopilar información sobre el tema para manejar la situación, y bueno el resultado en Google fue decepcionante. Se trata de una gestión emocional bastante personal y depende del tipo de relación y de las personas que participen en ella. Vale, pero ¿cómo sé si quiero saber cuándo, dónde y con quién lo hace mi pareja o si prefiero que no me diga nada?

Las personas que deciden darse carta abierta a tener sexo con otras, pero sin que se lo cuente, lo hacen porque respetan la libertad propia y de su pareja, pero prefieren no saber detalles porque les produce cierto rechazo. Es una opción válida, pero el fallo que yo veo es que puede incumplir el principio de transparencia. Si tu pareja es como tu mejor amiga, ¿por qué ocultarle que te lo has hecho con otro? Además, que sería como ocultar información, y si, por lo que sea, acabas enterándote después, te puede hacer más daño que si te lo cuenta con anterioridad.

El caso contario: contarle a tu pareja que estás flirteando con alguien y que es posible que os acabéis acostando. Se trata de una opción en la que hay plena confianza y os sentís cómodos para contar vuestras relaciones sexuales externas con plena transparencia. “Es como hablar con tu mejor amigo sobre el tema y contarle cómo lo has pasado” decía Noemí Casquet en 2016.

Es decir, no tratarlo como un tabú sino como algo bueno que te ha pasado, y que de hecho beneficiará a vuestra relación. Si no quieres saberlo es que tampoco te convence la idea del todo y deberías planteártelo. Aunque siempre existen los puntos intermedios y podéis acordar una manera alternativa de llevarlo, sin contarlo todo al dedillo ni ocultarlo por completo.

Límites

Estar en algún tipo de relación abierta, poliamor o anarquía relacional no significa que se permita todo. Hay que tener claras nuestras necesidades y nuestros sentimientos para ser sinceros con uno mismo y con el otro. 

Por ello, se trata de marcar unos “límites” o unas reglas que marquen vuestros gustos y lo que os permitís el uno al otro. No como algo que se deba cumplir por cumplir, sino por respeto y responsabilidad afectiva hacia el otro.

Estos límites son muy personales, y no se trata de imponerle unas reglas a tu pareja sino establecer un consenso en el que os sintáis a gusto. Van desde el poder de vetar a algunas personas, las prácticas que se pueden o no se pueden hacer hasta delimitar una zona a la que no puedes llegar a tus ligues. Pero como he dicho antes, la base es la comunicación y si hay algo que no te gustaría solo coméntalo con tu pareja.

 

@beamlazaro