¿Sabéis ese momento maravilloso en el que por fin quedas con tu crush y tenéis la que pasará a la historia como la cita perfecta? ¿Sí? Pues yo iba a tenerla si no fuera POR LA REGLA. LA MALDITA REGLA QUE TODO LO ESTROPEA SIEMPRE.

Este verano volví al pueblo de mis abuelos a pasar lo que me quedaba de vacaciones antes de volver al curro y parece ser que no fui la única que tuvo esa idea porque allí estaba el mejor amigo de la infancia de mi primo y mi amor platónico desde que empecé a leer la SuperPop. Nos encontramos paseando por el pueblo y después de un par de guiños medio ortopédicos por mi parte me dijo de ir a tomar un par de cañas y así ponernos al día. Yo me hice la indiferente pero por dentro estaba muy this girl is on fireee y bastante ready para una noche salvaje haciendo turismo por Cuenca, no sé si me entendéis.

crush

Con la emoción y el fragor del momento me olvidé que me había bajado la regla esa misma mañana, así que pitonisa yo, me daba la sensación que esa noche poco chuscamiento iba a haber. Fui a la tienda del pueblo a buscar tampax o compresas pero estaba cerrada y mi abuela la última vez que se puso una compresa yo desayunaba cola-cao. Al final la única solución que encontré fue enviarle un Whatsapp a mi prima para que me diera aprovisionamiento reglil. Al final acabé con una copa mentrual de un pack que se había pillado por Amazon (sí, sorprendemente nos llegan los paquetes de amazon al pueblo) así que cuando falta pan, buenas son tortas.

Las cañas se convirtieron en unos montaditos en el bar de la plaza del pueblo y en tres o cuatro chupitos de licor de hierbas después en su casa después. Puede que no pudiésemos chuscar, pero yo tenía toda la intención de bajarme al pilón y comerme el calipo con más ganas que un sevillano a 40º grados a la sombra.

Entonces Y OJO QUE AHÍ VIENE EL DRAMA empecé a sentir esa sensación de desbordamiento con la copa. (Y diré que era la segunda vez que me ponía una en toda mi vida y que tampoco estaba yo muy puesta en las técnicas) así que me escabullí como pude al baño para vaciarla y volvérmela a poner cuando SE ME CAE AL SUELO.

OSEA YO TIRO DE LA COLITA DE LA COPA Y LA HIJA DE PUTA SE CAE. Y ME MANCHA TODO. 

 

Pero cuando digo todo es todo: Los pantalones blancos, las manos, el suelo Y MI DIGNIDAD. Y por si fuera poco, no había papel con el que poder limpiar un poco el estropicio. Era como si la vida me estuviese diciendo que dejase de vivir, que me iba a ir mejor.

Así que allí estaba yo, en el baño de mi crush desde tiempos inmemoriales, con las bragas por los tobillos, toda la ropa llena de sangre y el suelo pringoso, sin papel, la cara blanca y buscando en Internet cómo ahorcarme con una toalla del Ikea.

Su cuarto de baño en el momento en el que yo abriera la puerta

Después de veinte minutos pensando como leches arreglar el meollo yo sola, decidí rendirme y pedirle ropa limpia y una fregona.

PD: Al final él se descojonó y acabamos follando un par de días después ;)

 

Anónimo