La de recursos humanos me hace la vida imposible

Os cuento que la preparación y la inteligencia pueden tener un lado negativo. A principios de año conseguí el trabajo de mis sueños (después de haber tenido unos bastante malos). A finales del año pasado me gradué, y además de licenciada hablo tres idiomas, no fue como que me golpeé la cabeza y de la nada comencé a hablar inglés y francés, me esforcé estudiando desde que era niña porque mi papá me convenció de que los idiomas eran las puertas del mundo y que mi vida sería mucho más fácil con ellos.

En fin, conseguí un puesto importante en una transnacional y estoy convencida de que me lo gané a pulso, pero casi desde que entré a la empresa, percibí que las de recursos humanos me tenían mala vibra, la jefa principalmente, para ser especifica.

recursos humanos

Desde el principio tuve claro que no era por nada malo que hubiese hecho porque comenzó desde nuestra primera interacción, ni siquiera me dieron oportunidad de hacer algo que justificara su actitud, sin conocerme decidió que me odiaba y no me importaría tanto si no fuese la de recursos humanos… porque la primera vez que me llamó a su oficina fue porque mis zapatos no eran “adecuados”, pero no fue así de sencillo como me lo dijo, fue un sermón de media hora sobre como eso representaba una falta de respeto para mis compañeros y la organización.

Los que empecé a usar después de eso tampoco le gustaron. Días después me llamó a su oficina por tercera vez porque tenía una jodida (y diminuta) mancha en el uniforme que me hice durante el almuerzo y según ella estaba desaliñada por eso. 

Si les contara todo, necesitaría escribir un libro y no solo un par de páginas, pero entre otras cosas: me hace marcar cuando salgo a la hora del almuerzo (y nadie más lo hace) y me descuentan de mi paga hasta porque respiro muy fuerte.

 

No es broma que una vez me hicieron un descuento por usar unos zarcillos que supuestamente eran muy llamativos.

 

Total que le estuve dando vueltas a su actitud que para mí no tenía ningún sentido porque la he visto ser amable con los demás, y noté que se pone particularmente hostil cuando se acercan el día de paga (la paga la hace ella) y después de un día en el que me dejó sin paga porque según ella se le había terminado el efectivo (siempre me deja de última) concluí que su problema ha de ser que gano mejor que ella… que ella que tiene mil años en la empresa, que ella que es al menos una década mayor que yo, que ella que es una señora con una familia y gastos reales, mientras que yo soy una jovencita cuyo único gasto consiste en comprarse ropa y zapatos (me contó una compañera que la oyó decir la última parte). 

 

Pues no es un delito haberle puesto extra empeño a mi preparación, ni haber planificado bien mi vida laboral, al principio me dolían los desplantes y regaños porque ya estoy muy grande para ellos, pero después de entender su problema, hasta risa me causa. 

 

Anónimo