La realidad de autopublicarse 

Chicas, en una sociedad donde cada vez es más fácil hacerse un hueco en las grandes industrias y donde cada vez es más fácil autofinanciar tus propios proyectos: la autopublicación ha entrado en auge. La autopublicación tiene sus riesgos, ahora todo el mundo puede convertir su manuscrito en un libro comercial, lo que satura el mercado y cada vez hace más difícil encontrar un hueco en él. Aun así, también es verdad que para muchos autores es la única opción viable, pues las grandes marcas ya no se atreven con autores noveles o, simplemente, tampoco tienen tiempo para escuchar todas las historias.

¿Cuál es la realidad de la autopublicación? ¿Es un proceso tan sencillo como lo exponen? ¿Cualquiera es capaz?

Para empezar, creo que hay que tener claro que autopublicarse sin una editorial detrás, es un proceso muy complejo que requerirá de toda tu energía y tiempo. Eso sí, hay muchas grandes editoriales que apuestan cada vez por este tipo de proyectos y pienso con firmeza que en cuanto calidad, como resultado, es la mejor opción. Tener una institución detrás de tu proyecto no solo mejorará tu trabajo, sino que también le dará otro tipo de garantías. Ellos también determinarán la validez de tu obra, y te ayudarán con cuestiones legales que se te escapan. Ese es mi primer consejo.

La autoplublicación va a tener puntos negativos que debes contemplar antes de empezar con el proceso. Por ejemplo tu grado de responsabilidad e implicación en el proyecto, ya sé que me dirás, obviamente es mi proyecto y me voy a sentir implicado. Pero, la realidad es que todas las decisiones van a recaer en ti y todo depende de lo que tú decidas, vas a sentir presión y vas a dudar de que es lo correcto. Obviamente, si hay una editora detrás será más sencillo porque ella puede aconsejarte. Pero aun así, debes tener muy claras tus ideas para que esta responsabilidad no te agobie en exceso. A la vez esto implica mucho trabajo, mucha revisión y una continua disponibilidad para dedicar a tu proyecto. Y este trabajo no siempre lo vas a sentir reflejado.

A la vez, autopublicarse también implica que la difusión y publicidad de tu obra va a ser menor. Obviamente, no dispones de los mismos medios que grandes editoriales, entonces tu trabajo es un trabajo de hormiguita. Tendrás que aprovechar tus redes sociales, el boca a boca de conocidos e irte centrándote en tu interacción. Pero, obviamente no esperes la misma acogida que una obra de renombre. También, partes de la base de ser alguien menos conocida.

La autopublicación tiene muchas cosas positivas. Por ejemplo, mucha más independencia. El proyecto es tuyo y lo harás como tú lo creas, y nadie va a cambiarlo con fines comerciales. No tienes que ajustarte a unos estándares, porque solo vas a rendirte cuentas a ti mismo. A la vez, también aunque parezca paradójico obtienes más beneficios, ya que todo lo que has generado es para ti.

Obviamente, no es un cien por cien, pero es mucho más que lo que conseguiría con una publicación normal. Como decíamos tienes más libertad y autonomía para decidir cómo es tu libro, pero también como promocionarlo, donde desear presentarte, donde deseas venderlo. Al fin y al cabo, únicamente tú decides. Y, sobre todo, la autopublicación es una apuesta por ti mismo. Tú te estás diciendo que eres válido, que eres capaz y que tu proyecto merece estar en la mesa. Y eso es súper importante.

En resumen, la autopublicación requiere de trabajo, esfuerzo, responsabilidad, dedicación y calidad. Pero, también es empoderamiento, libertad, autonomía, independencia y decisión. Que no te lo pinten como un camino de rosas, que tengas en cuenta las espinas y seas capaz de resolverlas. Aun así, el trabajo será satisfactorio y te sentirás cumpliendo un sueño. Y eso es lo más importante. Apuesta por ti.

 

Ainhoa Jiménez