El otro día tuve que explicarle a una de mis amigas la realidad del body acceptance cuando me dijo “Tú siempre pareces segura de ti misma, eres coqueta, sexy y siempre transmites fuerza y confianza en ti misma”

Primero hice un interesante inciso en su discurso y creo que conseguí removerle un poco las ideas cuando le expliqué: Yo no tengo razones reales para sentirme mal con mi cuerpo o para lidiar con un conflicto con mi propio físico. Si es cierto que la sociedad y mi entorno en general da por hecho que debería sentirme avergonzada de mi talla 48. Y si a la gente le sorprende que me sienta feliz y plena con sobrepeso, no es porque por propia naturaleza debería sentirme mal, es porque nos han hecho creer, con fines comerciales, que el sobrepeso es una maldición.

Y claro que esa conciencia común afecta a la relación que tengo con mi propio cuerpo ¿Qué crees? ¿Qué soy inmune? No podemos hacer caso omiso y vivir en una burbuja dónde no nos afecta lo que el mundo entero nos dice o sugiere.

Muchas veces parece que el body acceptance se basa en conseguir vivir aislada de todas esas opiniones externas. De alguna manera que aún desconozco, se presupone que para que una mujer como yo, con una talla 48 viva feliz y en paz con su cuerpo, debiera: estar siempre cómoda en bikini, tener confianza en sí misma, verse bien en cualquier foto que le saquen, sentirse cómoda exponiendo su cuerpo, no tener momentos de inseguridad, disfrutar de los cambios físicos de su cuerpo.

Y mira, la realidad creo que dista bastante de este mundo ideal lleno de ponys y arcoíris. Ni una mujer con un físico normativo con la mitad de presión social que otros colectivos es capaz de vivir bajo estas altísimas expectativas.

Siempre he creído que el body acceptance es la capacidad de perdonarse y hacer las paces con esos conflictos que muchas veces nos consumen. Lo primero para poder perdonarse por todos esos conflictos, es identificarlos, no pretender que no existen.

Perdonarse y tratarse con respeto creo que iría más ligado a:

· Tener claro que somos mucho más que un cuerpo físico

Somos un conjunto de experiencias, valores, ilusiones, temores, sentimientos, pensamientos y sí, un físico. Tu cuerpo es una parte de lo que tú eres, no es la totalidad de tu persona.

· Cuidar nuestro cuerpo aún cuando nuestro entorno nos dice que deberíamos odiarlo

Esto es algo muy complicado pero que no debemos pasar por alto. Tu cuerpo es parte de ti, es lo que te permite vivir y poder haber experimentado tanto ¿No crees que tienes mucho que agradecerle? No te castigues con malos hábitos y conductas deconstructivas sólo porque el mundo te dice que debes odiar tu cuerpo.

· Aceptamos que tenemos días de mierda

Nadie se siente radiante todos los días. NADIE. Hay días buenos y días malos. Lo importante es ser capaz de darnos cuenta de que estamos teniendo un día de mierda. Eso no nos hace peores ni nos convierte en lo que muchas personas creen que somos. Es normal tener días en los que te cuestionas tu valía personal por los estigmas asociados a tu físico, pero siéntate, dialoga contigo misma y relativiza.

· Mantenemos nuestros compromisos aún en los peores días

Esos días en los que nos quedaríamos debajo de una manta y desapareceríamos del mundo. Todo porque no queremos que nuestras amigas o familia vean nuestro físico. Hay días en los que llegamos a avergonzarnos de esa parte de nuestra persona y no queremos avergonzar a los demás. Y aún así, sacamos toda esa mierda de nuestra cabeza y elegimos seguir viviendo.

· Los cambios físicos nos hacen sentir inseguras pero nos sobreponemos ante las inseguridades

Es absurdo pretender que no nos importa que nos salga acné o que nos salgan estrías, celulitis o que ganemos peso. ¿A cuántas personas conoces que realmente les dé absolutamente igual? Lo importante es ser consciente de que nos estamos molestando por un cambio físico, que en muchas ocasiones no podemos controlar.

Las inseguridades que devengan de este cambio físico no se basan en el cambio físico por sí mismo, se basan en lo que por defecto, esos cambios físicos suponen en la sociedad, en la mente de nuestro entorno. ¿Qué es importante? Pararse en seco y ser capaz de clarificar esas inseguridades con un poco de lógica y tener la capacidad de sentirnos cómodas con nuestros cambios físicos, es lo que nos hace fuertes.

Siempre he creído que cada mujer define lo que supone aceptarse. Y es vital que cada persona tenga un significado de body acceptance, porque no todos estamos a la misma altura del camino, ni tenemos la misma fuerza. Y no hay nada de malo en ello, hace dos años jamás pensé que ahora tendría la relación que tengo con mi físico y no puedo sentirme más orgullosa y plena por todo lo que he conseguido. Aún así, supongo que dentro de otros 2 años habré recorrido más camino y me volveré a sorprender cuando mire hacia atrás.

Por eso, cada persona define su propio body acceptance, no dejemos que nadie nos diga cómo deberíamos sentirnos, bastante tenemos con que nos digan todos los días el físico que deberíamos tener. ¿No crees?

M.Arbinaga